Gestos que ayudan contra el coronavirus

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Gertrudys tiene 77 años y no sabe cómo afrontará el día de mañana. Paga un arriendo de $100.000 que cubre con parte de su pensión entregada por el Gobierno y otra parte con la venta de mascarillas.

Sus hijos, casi todos en Santiago, también le proporcionan ayuda en la medida de lo posible ya que el coronavirus ha afectado sus trabajos; pero Gertrudys dice "no hay nada como hacer mi propia platita". Aún así, no sabe cómo afrontará el día de mañana.

Afectada por la situación económica

Afectada por la situación económica, desempolvó una máquina de coser que tenía guardada por muchos años; le hizo una limpieza sanitaria desinfectando todas sus partes y aprendió a confeccionar mascarillas viendo videos en YouTube.

¿Dónde vende sus mascarillas?

Gestos que ayudan contra el coronavirus
Gertrudys en la feria Santa Cruz de Triana

Todos los días Gertrudys se sienta frente a su máquina de coser y hace mascarillas que luego vende en su casa ubicada en Pasaje Heiremann 385, población Santa Cruz de Triana de Rancagua. Tiene un letrero en el portón que dice "Mascarilla+par de guantes $1.000".

Además, todos los jueves se instala a vender sus mascarillas en la feria libre de Eusebio Lillo, frente al jardín infantil San José Obrero. "No voy a otras ferias porque quedan lejos y me canso si camino mucho. Si el alcalde Eduardo Soto, que yo lo aprecio mucho, me ayudara a tener un permiso en la feria del jueves, estaría muy contenta porque a mi me gusta trabajar".

Pero no todos los días le resulta la venta; alejada del centro de Rancagua se cuida mucho y no sale a vender a otros lugares. "si me ayudaran a que la gente sepa que vendo mascarillas y guantes aquí en mi casita, estaría feliz", dice Gertrudys empeñada en salir adelante y ayudar a la gente a cuidarse del COVID-19.

Cubrir gastos básicos

Con la venta de mascarillas Gertrudys también debe cubrir los gastos mensuales básicos de luz, agua, teléfono y alimentación; "también alimento para mis 2 perritos pequeños que me hacen mucha compañía", dice esta mujer de 77 años.

Un trabajo meticuloso

La confección de sus mascarillas es un proceso que parte con el lavado de la tela comprada. Desinfecta los utensilios antes de usar, como tijera, alfileres, lápiz, regla y la mesa. Luego se lava las manos con agua y jabón por 2 minutos. Corta la tela, prepara cada trozo de tela y luego comienza a coser. Una vez terminadas las mascarillas, las pulveriza sólo un poco con alcohol Isopropílico. Luego de evaporado el alcohol, las guarda en una bolsa y las deja sellada. Nadie puede sacarlas de la bolsa. Gertrudys es rigurosa en eso.

Teléfono de Gertrudys: +569 4463 7087

 


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