Especialista destaca el avance de tratamientos para enfrentar la Esclerosis Múltiple

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La Esclerosis Múltiple se caracteriza por afectar la mielina, que es el componente del sistema nervioso que favorece una rápida conexión entre las neuronas. En Chile existen alrededor de 3.500 pacientes con esta enfermedad, con una incidencia de 15 por 100 mil habitantes. La edad más frecuente de inicio de la se encuentra entre los 20 y los 40 años y es la segunda causa de discapacidad en jóvenes en Chile.

A partir del 2009 la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple comenzó a conmemorar el día mundial de esta enfermedad, la que se puede presentar en todas las edades y en cualquier persona sana previamente y sin historia familiar.

Por eso, para la médico, especialista en Neurología y académica de la Universidad San Sebastián, Giesela Hornung, “es importante evitar la tardanza en la consulta con el especialista, dado que el éxito de tratamiento depende de un diagnóstico precoz y un adecuado manejo”.

La Esclerosis Múltiple es una de las patologías Neurológicas en que más se ha avanzado en el conocimiento en los últimos 10 años. Dentro de los factores que inciden en que una persona desarrolle la enfermedad existen factores genéticos y ambientales, y de estos últimos la infección por el virus Epstein-Barr ha concentrado gran número de estudios seroepidemiológicos e inmunológicos recientes.

“Respecto a la fisiopatología, se ha descubierto que son varios los tipos de linfocitos responsables de la inflamación, y que ésta no sólo afectaría la sustancia blanca del cerebro, sino también la sustancia gris, y que esta inflamación no estaría sólo en las placas, sino que además estaría presente de manera difusa en el sistema nervioso”, comenta la especialista.

En lo que se refiere a diagnósticos, Giesela Hornung destaca que “las técnicas imagenológicas han dado pasos agigantados mejorando su resolución e innovando para lograr un diagnóstico precoz de la enfermedad, junto con aportar elementos que ayudaran a predecir el curso de la enfermedad. También se han descubierto y se estudian distintos biomarcadores, en sangre y líquido cefalorraquídeo con el mismo fin”.

Los síntomas de la EM pueden variar y va a depender de la localización y magnitud con el que se produzca el episodio. Entre los primeros síntomas que pueden generar una alerta por un posible caso de esclerosis múltiple, está la sensación de entumecimiento en las piernas, pérdida de la visión en un ojo, espasmos, pérdida de fuerza en alguna extremidad inferior o superior, problemas de incontinencia, disfunción sexual o depresión.

La falta de especialista y la importancia del diagnóstico precoz

El tiempo es un factor primordial a la hora de enfrentar esta patología. Es por eso que la neuróloga Giesela Hornung enfatiza en que “aún falta trabajar en educar a la población, y a los distintos profesionales de la salud en reconocer y derivar a los pacientes de manera precoz al especialista”.

Hay diferentes maneras de acceder al tratamiento. Existen las Garantías Explícitas en Salud (GES), también llamado AUGE, que es un sistema de protección en el que la Esclerosis Múltiple, tanto en su diagnóstico, tratamiento, manejo de brotes y consultas con otros profesionales médicos están cubiertos por este régimen.

Este beneficio es legal y protege tanto a pacientes en el sistema público como en el sistema privado. En el caso de que se requiera un medicamento de segunda generación para el control de la enfermedad, la cobertura está dada por La Ley Ricarte Soto, lo que nos hace ser uno de los países mejor posicionados en cuanto al acceso a los diferentes tratamientos en Latinoamérica.

“Para el tratamiento es fundamental agilizar los procesos burocráticos para acortar los tiempos de demora en el inicio de la terapia adecuada, e ir incorporando los nuevos fármacos de manera ágil, dado que la investigación y los tratamientos se actualizan año a año”, explica Giesela Hornung.

Cada día hay más y mejores tratamientos para la enfermedad, lo que ha permitido que el objetivo de estos tratamientos ya no sean enlentecer la evolución del cuadro, sino detenerlo por completo, y que los pacientes puedan tener una vida normal sin desarrollar discapacidad.