Seis consejos para combatir la deshidratación en tiempo de verano

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Tener una buena hidratación es algo esencial sin importar el momento del año. Nuestro cuerpo se constituye entre un 65% a 70% de agua, la cual cumple un rol sumamente importante al momento de realizar reacciones químicas vitales, tales como absorber nutrientes, regular la temperatura de nuestro cuerpo y facilitar los procesos cognitivos, entre muchísimas otras tareas.

Perder más líquidos y electrolitos

Sin embargo, en pleno febrero y con las altas temperaturas que trae el verano, es común que perdamos más líquidos y electrolitos a través de la transpiración, lo que nos vuelve más propensos a la deshidratación. Síntomas clásicos de la falta de agua en el cuerpo incluyen: falta de apetito, sequedad de la boca, fatiga, dificultad para concentrarse y dolor de cabeza.

En cambio, los beneficios de una buena hidratación son múltiples, por ejemplo, generar una adecuada digestión y absorción de los nutrientes, que los riñones cumplan debidamente su función de eliminación de residuos a través de la orina, mantener el cerebro alerta gracias a la recepción de sangre oxigenada hacia las células y mantener la suavidad de la piel y su elasticidad.

Ingerir entre 6 a 8 vasos de agua diarios

Usualmente, la recomendación para un adulto es ingerir en promedio entre 6 a 8 vasos de agua diarios, los que pueden llegar incluso a 12 en caso de personas que realicen actividad física intensa. Además, hay que tener en consideración que el té, café, líquidos gasificados, bebidas y jugos azucarados no reemplazan el agua, ya que al contener diferentes componentes muchas veces el cuerpo no logra absorber correctamente el líquido.

Seis consejos una buena hidratación

Por ello, la nutricionista de Sodexo y coordinadora del programa "Equilíbrate", Elizabeth Luna, da seis consejos de cómo tener una buena hidratación en verano, especialmente para aquellas personas que tienen dificultad para consumir agua pura:

  1. Incorporar trozos de frutas cítricas o hierbas: Una forma de volver más atractivo el beber agua sin que altere su correcta absorción es agregar rebanadas de pomelo, limón o naranja y refrigerarla. Otra alternativa son las hojas de menta, salvia u otra hierba natural, que se pueden sumar directamente al agua o a través de cubos de hielo.
  2. Siempre salir con una botella de agua: El tenerla a mano facilita el recordatorio de su ingesta, especialmente en días ajetreados donde es posible que nos movamos bastante y perdamos continuamente líquido.
  3. Tomar agua incluso si no se tiene sed: Lo ideal es adelantarse a esta sensación, pues sentirse sediento forma parte de uno de los síntomas de deshidratación. Por ello, se recomienda ingerir agua regularmente a lo largo del día.
  4. Consumir frutas y verduras: Alimentos como el pepino, la papaya, sandía y tomate son ricos en líquidos y tienen un importante valor nutritivo, los cuales se pueden servir como licuado o ensalada.
  5. Descargar aplicaciones o tener alarmas que monitoreen el consumo de agua: Cada vez existen más alternativas tecnológicas, como aplicaciones de celular o smartwatch, que nos pueden ayudar a regular nuestro consumo durante el día, hasta que se convierta en un hábito.
  6. Tomar un vaso de agua antes y después de cada comida: Otra forma de incorporar el hábito, es tomar un vaso de agua (200ml) antes y después del desayuno, almuerzo, once y cena, esto ayudará además a cumplir la cantidad mínima recomendada de agua al día.

Seguir estas simples recomendaciones puede generar un gran cambio a largo plazo en cómo nos sentimos con nuestro cuerpo, a estar más activos e hidratados.


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