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La Asociación Nacional de Funcionarias y Funcionarios, del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Anfusem), por medio de un comunicado manifestó su más absoluto rechazo ante la utilización de cargos de Alta Dirección Pública (ADP), que son seleccionadas en concursos de gran costo para el presupuesto público, como plataforma para el desarrollo de carreras políticas de personas que se han comprometido con el desempeño de una función pública con toma de decisiones y que las suspenden sin importar el impacto que esto tiene en la continuidad del servicio.
De vacaciones mientras son candidatas
"Por lo tanto, denunciamos públicamente que Johanna Olivares y Waleska Fehrmann, ambas titulares de sus cargos ADP para Sernameg están de vacaciones, mientras son candidatas a diputadas por las Regiones de O'Higgins y Los Ríos, respectivamente. Esta figura ya fue utilizada en este gobierno por Carolina Plaza (concejala Providencia) e Isabel Valenzuela (alcaldesa Colina), siendo de hecho nombramientos políticos, cuyos interés claramente no estaban puestos en construir una visión compartida del Servicio, en conjunto con las mujeres y los equipos profesionales", denunció la Anfusem.
"Sernameg está siendo utilizado como un botín político"
Aunque este permiso es legal, la Asociación señala que "también es eticamente reprochable, riñe con el principio de probidad, dejando sin la autoridad técnica seleccionada para la tarea directiva, justo en el cierre de una gestión compleja. Con lo anterior reafirmamos que Sernameg está siendo utilizado como un botín político, a costa de la continuidad de procesos que son urgentes y estratégicos de resolver como obtener los fondos necesarios para la calidad gestión programática dirigida a las mujeres, resolver la falta de dotación e infraestructura, dar cumplimiento a obligaciones legales con las/os trabajadores, entre otros desafíos".
Interés personal por sobre el interés general
Finalmente, el comunicado dice que "Es importante señalar que Sernameg, como parte del mecanismo de género debe propiciar una mayor participación de las mujeres, en todos los espacios, directivos, representativos y de toma de decisión, pero es inaceptable que sea a través de la utilización del Servicio como trampolín político, privilegiando el interés personal por sobre el interés general. Lo anterior explica, la estrategia utilizada por ADPs, que NO entienden el sentido de sus nombramientos, siendo obsecuentes respecto de intereses políticos, subordinándose y permitiendo la interferencia en la gestión de la Subsecretaría y seremis de la Mujer y desplazando la debida coordinación y colaboración, como lo establecen nuestros mandatos normativos y éticos que sustentan la gestión institucional. Demuestran con estas conductas que el Sistema de ADP está al servicio del gobierno de turno y NO contribuye a la profesionalización y excelencia de la función pública".