Índice del Contenido
- 1 Un control interno sin control
- 2 Omisión de actos administrativos esenciales
- 3 Marcaba estando con licencia o permiso administrativo
- 4 Teletrabajo sin supervisión
- 5 Contratos sin respaldo legal y nuevas irregularidades en jornada laboral
- 6 Médicos cobraron por horas no trabajadas
- 7 Permisos y feriados más allá de lo legal
- 8 Marcaban asistencia estando con licencia médica, pero aparecían trabajando en la Cormun
- 9 ¿Qué dijeron las autoridades de Salud?
- 10 Recuperar la confianza institucional
- 11 Enlaces de documentos relacionados
Un informe de la Contraloría General de la República (CGR) reveló múltiples debilidades administrativas y posibles responsabilidades disciplinarias en el Hospital de Rancagua, Dr. Franco Ravera Zunino; entre ellas, médicos que marcaron asistencia estando con licencia o con permiso administrativo, omisión de actos administrativos esenciales y contrataciones sin respaldo legal.
Un control interno sin control
Hora de Noticias revisó el informe Nº 63/2024, emitido por la Contraloría Regional de O’Higgins y publicado el 28 de enero de 2025, el cual pone en evidencia una estructura de control interno frágil y desactualizada, lo que permitió la ocurrencia de una serie de situaciones que comprometen la correcta administración del recurso humano y financiero en el hospital.
La auditoría abarcó el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022, y fue motivada por alertas detectadas respecto a la jornada laboral del personal médico, así como irregularidades similares identificadas por la CGR en otros recintos hospitalarios del país.
Uno de los aspectos más relevantes es la falta de control sobre la jornada laboral del personal médico. La auditoría detectó marcaciones en días de licencia médica o permisos administrativos, ausencias no justificadas, atrasos, y salidas anticipadas que no generaron descuentos en las remuneraciones. Según el ente fiscalizador, este tipo de situaciones representa una vulneración a los principios básicos de supervisión y control jerárquico, establecidos en la Resolución Nº 1.485 de 1996 sobre normas de control interno.
Pese a que el hospital intentó remediar esta situación mediante la Circular Nº42 del 26 de junio de 2024, emitida por su directora Alis Catalán, la Contraloría dejó constancia de que la medida es reactiva y no suficiente, manteniendo las observaciones debido a la consolidación del hecho durante el periodo auditado.
Omisión de actos administrativos esenciales
Uno de los hallazgos más alarmantes del informe es la ausencia de actos administrativos para aprobar la jornada laboral, los calendarios de turnos y los permisos del personal médico. En concreto:
- No se encontraron documentos que acrediten la jornada laboral de 14 profesionales médicos.
- No existen registros formales de los calendarios de turnos, y algunos casos fueron regularizados recién en 2024, fuera del periodo auditado.
- La Contraloría constató la existencia de permisos administrativos y feriados legales sin respaldo en el Sistema de Información y Control del Personal (SIAPER) ni actos administrativos, lo que se traduce en pagos realizados sin sustento legal.

Este conjunto de omisiones infringe la Ley Nº 19.880 sobre procedimientos administrativos, específicamente los artículos 3°, 5° y 7°, que exigen que las decisiones de la administración pública se formalicen mediante actos escritos y se tramiten con celeridad.
La Contraloría solicitó al hospital acreditar los permisos faltantes mediante el Sistema de Seguimiento y Apoyo CGR, y remitir todos los antecedentes en un plazo de 60 días hábiles.
Marcaba estando con licencia o permiso administrativo
Un caso especialmente grave se refiere a un profesional médico que registró marcaciones de asistencia en fechas en que se encontraba con licencia médica o permiso administrativo. Esta acción, según el dictamen Nº 28.938 de 2009 del mismo organismo fiscalizador, contraviene el deber legal de cumplir con el reposo prescrito y puede dar lugar al rechazo de la licencia, además de la instrucción obligatoria de un sumario administrativo.
Aunque el hospital informó que está elaborando el acto administrativo para iniciar el procedimiento disciplinario correspondiente, la Contraloría mantuvo la observación y exigió que se acredite documentalmente la apertura del sumario, en un plazo de 15 días hábiles desde la recepción del informe.

Teletrabajo sin supervisión
Durante el periodo de emergencia sanitaria por COVID-19, el Hospital de Rancagua autorizó el trabajo remoto a parte de su personal. Sin embargo, no pudo acreditar que se hubiese ejercido un control jerárquico efectivo sobre las funciones realizadas bajo esta modalidad. Si bien el hospital envió planillas con informes de producción de algunos funcionarios, esto no suple la obligación legal de fiscalizar formalmente el desempeño del personal, como lo exige el artículo 64, letra a), de la Ley Nº 18.834.
La Contraloría enfatizó que la omisión en el control del teletrabajo compromete no solo la eficiencia del servicio, sino también la transparencia y legalidad del uso de recursos humanos durante una contingencia sanitaria.
Contratos sin respaldo legal y nuevas irregularidades en jornada laboral
La contratación de dos profesionales sin la correspondiente autorización de trato directo ni la suscripción de un contrato formal —ambas exigencias de la Ley Nº 19.886— fue solo una de las múltiples alertas levantadas por la Contraloría en su examen de cuentas. Este hallazgo, aunque grave por sí solo, representa apenas un eslabón dentro de una cadena más amplia de irregularidades que involucran jornadas no acreditadas, permisos en exceso, dobles funciones y marcaciones incompatibles.
Médicos cobraron por horas no trabajadas
Uno de los puntos más críticos del informe es la falta de acreditación del cumplimiento de la jornada laboral. El Hospital de Rancagua no logró demostrar que sus médicos hayan efectivamente trabajado las horas por las cuales recibieron remuneración durante el 2022.
El informe detalla que:
- En 187 casos, 15 médicos presentaron ausencias en las bases de datos de marcaciones sin justificación ni descuento aplicado.
- En 434 registros, 8 médicos presentaron atrasos o salidas anticipadas, nuevamente sin documentación ni descuentos.
- En 80 ocasiones, 11 médicos no marcaron su entrada o salida.
Estas faltas contravienen lo dispuesto en los artículos 61, 64 y 72 de la Ley Nº 18.834. La Contraloría exigió iniciar un proceso de regularización e instruyó al hospital a gestionar el reintegro de los montos percibidos indebidamente. Los funcionarios involucrados podrán solicitar la condonación o facilidades de pago al Contralor General.
Permisos y feriados más allá de lo legal
La fiscalización también reveló que 8 funcionarios hicieron uso de permisos administrativos en exceso, superando lo que permite la Ley Nº 15.076. El hospital respondió entregando la Circular Nº31, pero la Contraloría mantuvo el reproche y exigió regularizar y evaluar el reintegro de los pagos mal otorgados.
A ello se suma que en 5 casos se constató un uso excesivo de feriados legales, sin respaldo o con registros inconsistentes en el SIAPER. Aunque algunas observaciones fueron corregidas tras nuevas revisiones, dos casos siguen sin justificación suficiente, y la Contraloría ordenó al hospital aclarar los saldos y respaldos documentales.


Marcaban asistencia estando con licencia médica, pero aparecían trabajando en la Cormun
Uno de los hallazgos más sensibles involucra a profesionales que, simultáneamente:
- Marcaban asistencia en el hospital estando con licencia médica, pero aparecían trabajando en la Corporación Municipal de Rancagua (Cormun).
- Firmaban en dos centros de salud del hospital (COSAM) en horarios incompatibles el mismo día.
Estos casos reflejan no solo una falla individual, sino una debilidad estructural del sistema de control de asistencia. La Cormun confirmó al menos una de estas situaciones, mientras que el hospital no abordó directamente los hechos. Como respuesta, la Contraloría ordenó abrir procesos disciplinarios e instruyó al hospital a evaluar la restitución de dineros y remitir toda la documentación correspondiente.
¿Qué dijeron las autoridades de Salud?
Hora de Noticias se comunicó vía correo electrónico con el director del Servicio de Salud O’Higgins, Jaime Gutiérrez, y con la directora(s) del Hospital de Rancagua, Paula Stegmaier, con el objetivo de conocer la versión institucional respecto de las observaciones contenidas en el Informe Final de la Contraloría General de la República. Frente a las consultas enviadas, solo el Servicio de Salud O’Higgins entregó una respuesta, señalando lo siguiente:
El Servicio de Salud O'Higgins y el hospital Dr. Franco Ravera Zunino desde la publicación del Informe Final N°63 de 2024, ha adoptado todas las medidas tendientes a dar cumplimiento a las observaciones formuladas por la Contraloría, instruyéndose, mediante Resolución Exenta N°817 de 2025, los correspondientes sumarios administrativos con el propósito de investigar el uso excesivo de permisos administrativos y feriados legales, avanzar en la mejora continua de los procedimientos internos de regularización y establecer las medidas correctivas que permitan reforzar los mecanismos de control sobre este tipo de autorizaciones.
A la fecha, el hospital ha emitido seis respuestas oficiales a través de la Plataforma de Seguimiento y Apoyo de la CGR. Otras dos observaciones aún se encuentran dentro del plazo establecido para su respuesta. Asimismo, con fecha 27 de mayo de 2025, se envió un ordinario solicitando formalmente una mesa de trabajo con el equipo de la Contraloría, con el objetivo de recibir retroalimentación técnica directa y continuar reforzando los procesos institucionales, el trabajo colaborativo y el cumplimiento de los estándares legales y técnicos establecidos.
Recuperar la confianza institucional
Más allá de las responsabilidades individuales, el Informe Final de Auditoría de la CGR revela una falla sistémica en el control de la gestión pública en salud. La falta de actos administrativos, los permisos irregulares, las jornadas no acreditadas y las dobles funciones no solo comprometen recursos fiscales, sino que también erosionan la confianza de la ciudadanía en la administración del Estado.
Lo que está en juego no es únicamente la regularización de pagos o la apertura de sumarios, sino la credibilidad de una institución clave como el Hospital Regional de Rancagua. La auditoría de la Contraloría no solo evidencia problemas del pasado: abre la puerta a una necesaria corrección estructural que garantice que la atención de salud se desarrolle con transparencia, legalidad y responsabilidad. Queda en manos de las autoridades tomar estas observaciones como una señal de alerta y avanzar hacia una gestión más rigurosa y responsable.