Durante el otoño e invierno, las temperaturas se hacen sentir, y frente a la necesidad de calefaccionar los hogares en el seco, pero fría temporada, las medidas a tomar deben ser de corte operativo, pero también preventivos.
Aparato como calefactores, calientacamas, secadores de pelo resurgen de las bodegas de las casas. Todo esto causa un aumento del consumo de energía eléctrica y los circuitos eléctricos domiciliarios son sometidos a prueba en cuanto a su correcto dimensionamiento, y que estén adecuadamente complementados con los elementos de protección correspondientes; tales como protectores diferenciales y las puestas a tierra.
Debido a esto, Michel Guerrero Rencoret, docente de la carrera de Electricidad y Electrónica Industrial IP Santo Tomás San Joaquín, comparte 5 tips para controlar el consumo de energía eléctrica de su hogar de manera eficiente y segura:
- Tener un tablero eléctrico donde cada circuito esté representando algún sector de la casa con su disyuntor y protector diferencial correspondiente, de esta forma sería más cómodo y fácil el solucionar las fallas eléctricas que se vayan dando, sobre todo por sobreconsumo eléctrico.
- Evitar los consumos llamados “vampiros” de los artefactos, ya que pese a no estar encendidos siguen consumiendo un porcentaje de energía por quedar conectados a la red de enchufes de la casa.
- Sellar rendijas de ventanas, puertas y otros elementos constructivos de la casa que contribuyen al bajo rendimiento del sistema de calefacción en la vivienda.
- Mantener el calor propio en valores referenciales para invierno de 20º C y una humedad relativa del 50 % aproximadamente.
- Que nuestras instalaciones solo sean diseñadas, proyectadas y realizadas por personal calificado, como lo es el respectivo instalador eléctrico autorizado SEC.
En cuanto a los accidentes por electricidad, estos son causados directamente por situaciones o condiciones de riesgo en la que se encuentran las instalaciones de corriente domiciliarias, esto por la indebida manipulación u operación de las personas sin conocimiento o precaución. Situaciones como el envejecimiento y deterioro de las instalaciones eléctricas, la ausencia de protecciones, y sobrecargas se convierten en posibles inicios de incendios y electrocuciones que ponen en peligro a las personas y los hogares. El mejor consejo es revisar anualmente sus instalaciones y velar por su buen estado.