El conflicto palestino-israelí pasa por uno de sus peores momentos en años. Esto, luego que el grupo militante palestino Hamás lanzara desde la Franja de Gaza un ataque contra Israel el sábado 7 de octubre. Los miembros de Hamás atacaron comunidades israelíes cerca de la Franja, matando residentes y capturando rehenes. Israel, a su vez, respondió con ataques masivos sobre Gaza que no se han detenido hasta hoy. Hamás controla la Franja desde 2006 y se ha prometido destruir a Israel.
Este grupo terrorista sunita nace en el año 1987, con el objetivo de liberar a los palestinos de la ocupación israelí y a su vez “crear en Palestina un estado islámico, en contra de lo que pretende la autoridad nacional palestina, que quiere un estado laico”, menciona María José Mora, académica del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes (UAndes). Hamas tiene como objetivo principal tomar en sus manos, la lucha armada en contra de la ocupación israelí, y “no reconoce la existencia del estado de Israel. Su objetivo final es eliminar a Israel del territorio completo de Palestina; a diferencia de la autoridad nacional que sí ha reconocido a Israel para comenzar conversaciones de paz”, explica Mora.
La cara política de este grupo terrorista es Ismail Haniya, quien luego de que en 2006 ganara las elecciones dentro de Palestina; no fue reconocido por Israel, Estados Unidos y países occidentales como interlocutor válido y mucho menos como líder electo, por ser parte de un movimiento terrorista; “esta situación obligó a la Autoridad Nacional Palestina, liderada desde entonces por Mahmud Abbas, a mantenerse en el poder, aplazando las elecciones ya desde hace 14 años, en vista del creciente apoyo popular con el que cuenta Hamás”, sostiene Mora.
Hamás ha sido el grupo que ha empujado todos los últimos levantamientos más agresivos en contra de Israel; de hecho, como explica la docente, Israel el año 2005 abandonó todos los asentamientos que tenía en Franja de Gaza y cerró el territorio. Desde entonces, Hamás se financia con el aporte de los mismos palestinos, a quienes impone tributos y otros grupos terroristas aliados como Hezbolá, además de operaciones clandestinas ilegales.
“Su capacidad nunca había sido tan letal y destructiva como vemos hoy. Tiene una presencia muy importante en Gaza, donde controlan y dirigen la región. Es un ataque sorpresivo y eso evidentemente quiere decir que hay un apoyo logístico de armas, táctico y que ha sido preparado durante meses. La gran pregunta que muchos nos hacemos, es cómo a la inteligencia israelí se le pasó por alto semejante planificación”, finaliza la académica UAndes.