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El pasado 1 de agosto entró en vigencia la Ley Karin, normativa diseñada para erradicar el acoso laboral en las empresas y promover el bienestar de los trabajadores. Sin embargo, su implementación ha generado controversias, dejando al descubierto desafíos significativos para las organizaciones.
Aumentan las denuncias por acoso laboral y violencia en el trabajo
Según la Asociación Chilena de Seguridad, en los dos primeros meses de aplicación de la Ley Nº 21.643, se registraron casi 3 mil atenciones relacionadas con acoso y violencia laboral. De estas, el 81,3% correspondieron a acoso laboral, el 14% a violencia en el trabajo y el 4,7% a acoso sexual.
Nuevas definiciones generan complejidad en las empresas
La eliminación del requisito de reiteración para configurar el acoso laboral ha provocado incertidumbre en las empresas. Esta redefinición exige procesos más robustos de pruebas, seguimiento de conductas y recopilación de evidencias, incrementando los costos operativos y legales.
Sectores más afectados por la violencia laboral
La ley también aborda la violencia en el trabajo, un problema que afecta principalmente a sectores como educación, salud y retail, donde clientes o usuarios suelen ser los responsables. La normativa obliga a los empleadores a implementar protocolos de prevención, incluyendo medidas de mitigación, capacitaciones y gestión de riesgos.
Impacto económico en las Pymes
Para muchas Pymes, los costos asociados a la implementación de la ley, como capacitaciones y contratación de asesoría legal, representan un desafío financiero significativo que podría amenazar su sostenibilidad.
La importancia de la prevención
Aunque la Ley Karin busca proteger a los trabajadores, su implementación requiere herramientas y directrices claras para evitar la sobrecarga en las empresas. En este contexto, fomentar una cultura organizacional basada en la prevención se presenta como una solución clave.
La prevención permite identificar riesgos antes de que se conviertan en problemas graves, mejorando la confianza y el ambiente laboral, y contribuyendo al éxito y sostenibilidad de las empresas a largo plazo. En última instancia, invertir en el bienestar de los trabajadores fortalece los pilares fundamentales de cualquier organización.