“Tejer no es algo solo de viejitas, cualquiera puede hacerlo. Yo tuve un accidente automovilístico hace poco y me ha servido mucho como terapia. Gracias a Dios mis manos quedaron bien y me refugié en el tejido. Tejí, tejí y tejí. Si alguien tiene problemas de ánimo o siente ansiedad, créanme que el tejido sirve para superarlo”, contó Francheska Meneses (35), avicultora y presidenta de la Agrupación Hilando Sueños, de Pichidegua, Región de O’Higgins.
Francheska es una de las más de 60 artesanas, tejedoras e hilanderas campesinas de las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Los Ríos que participan este año en "Volver a tejer", iniciativa que busca rescatar, visibilizar y relevar el oficio textil, y que comenzó en 2015 con dos campañas y la venta de ovillos de lana merino y de fibra de baby llama en el retail. Para potenciar aún más este trabajo, en esta décima versión llegará al gran comercio una colección de 1.100 ponchos hechos a mano, para niños y adultos, con diseños contemporáneos y 100% trazables.
El lanzamiento de este nuevo "Volver a tejer", que impulsan Indap, Tiendas Paris y Fundación ONA, se realizó el jueves 15 de junio en la Viña VIK, ubicada en el sector Millahue de San Vicente de Tagua Tagua, donde se pusieron de relieve sus objetivos: continuar el rescate identitario del oficio textil artesanal, parte de nuestro patrimonio cultural y que sigue completamente vigente, y acercar lo hecho a mano a un mercado de gran escala de manera sostenible.
La actividad contó con la presencia del director nacional del Indap, Santiago Rojas; el gerente de Negocios de Tiendas Paris, Juan Taverne, y representantes de las tejedoras usuarias del Indap que participaron en esta ocasión, de localidades como La Ligua, Pullally, Santo Domingo y Llay-Llay, en la Región de Valparaíso; Millahue y Pichidegua, Región de O’Higgins, e Isla del Rey, Lago Ranco y Panguipulli, en la Región de Los Ríos.
El poncho como producto principal
En esta campaña se eligió el poncho como producto principal, dado su origen artesanal y local. Se trata de una prenda transversal y tradicional de Latinoamérica, con una sensación de identidad tanto para quienes los confeccionan como para los que los usan. Además, se vincula con la moda y las tendencias a través de un diseño vigente y contemporáneo.
María Carolina Ruz, artesana y productora de hortalizas de Pichidegua, dijo que la confección de ponchos no fue tarea fácil. “Después de mucho tejer y destejer algunas querían tirar la toalla, pero teníamos que cumplir con el desafío sin desfallecer. Para nosotras fue un aprendizaje y un motivo de orgullo. Ojalá que quienes compren estas prendas las miren con ojos de amor. Yo estoy chocha de haber participado en Volver a Tejer”, expresó.
El director nacional del Indap, Santiago Rojas, destacó que “esta iniciativa visibiliza el trabajo de mujeres artesanas, tejedoras e hilanderas que han dedicado su vida a mantener vivos estos oficios y que desde la innovación han incorporado elementos que reducen la huella de carbono. Valoramos este proyecto porque releva la artesanía y la capacidad emprendedora de las mujeres rurales, perfeccionando el diseño nacional mediante un modelo de negocio basado en la sostenibilidad y la economía circular”.
La colección de ponchos con lana de oveja criolla Corriedale, además de 300 packs de ovillos hilados a mano, se pondrá a la venta a partir del 20 de este mes en las tiendas Paris de los malls Costanera Center, Alto Las Condes y Parque Arauco, en Santiago; Mall Marina, en Viña del Mar; Portal Rancagua; Mall Plaza El Trébol, en Concepción, y en el sitio Paris.cl, con despacho a todo el país.