Hasta un asentamiento rural del sector La Punta, en la comuna de San Francisco de Mostazal, se trasladó un equipo de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos Rancagua, luego de recibir una denuncia de parte de un colaborador de la Fundación Amigos de Los Animales (ADLA), en la cual que se indicaba que en aquel asentamiento había un importante número de perros que se encontraban en malas condiciones.
En el lugar, junto a la médico veterinaria que acompañaba a la Fundación ADLA, los detectives pudieron constatar que efectivamente había más de un veintenar de ejemplares caninos que, al examen de la profesional en salud animal, presentaban infestación parasitaria de pulgas y garrapatas, además de lesiones cutáneas y fracturas de huesos.
Asimismo, la PDI constató que muchos de los perros estaban encerrados en caniles con nulo aseo, transformándose en peligrosos focos infecciosos para los animales, razón por la cual dieron cuenta de lo anterior a la fiscal de alta complejidad, Fabiola Echeverría, quien dispuso requisar la totalidad de los canes y entregarlos a la fundación ADLA para su recuperación.
Por otra parte, desde la Fiscalía se dispuso que los tenedores de los perros fuesen apercibidos de conformidad al Artículo 26 del Código Procesal Penal, quedando a la espera de citación por parte de la Fiscalía Local de Graneros, por su responsabilidad en el delito de maltrato animal.
En lo que respecta a los ejemplares rescatados, entre ellos casi una decena de perros galgos, la Fundación ADLA manifestó que una vez que estos sean recuperados y, conforme a las autorizaciones entregadas por la autoridad, comenzarán su proceso de adopción por parte de personas responsables.