Como un "avance histórico" calificó la diputada por la Región de O'Higgins e integrante de la comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara Baja, Natalia Romero, la aprobación definitiva del proyecto que crea la nueva Ley Integral de Violencia contra las Mujeres, que además de prevenir, sancionar y erradicar la permanente vulneración que sufren sólo por razón de su género, viene también a reconocer otros tipos de violencia que suelen estar más ocultos en nuestro país.
Al respecto, cabe recordar que desde hace casi dos años que la parlamentaria por el Distrito 15 venía solicitando destrabar dicha iniciativa, que se encontraba durmiendo en el Congreso desde el año 2017. De hecho, durante la semana pasada se reunió en el Palacio de La Moneda con la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, para comprometerse justamente a sacar adelante la nueva normativa.
En ese sentido, a lo que apunta el proyecto -según explicó la diputada Romero- es a regular todos los mecanismos de prevención, protección, atención, reparación y de acceso a la justicia para las mujeres que denuncien ser víctimas de algún tipo de violencia en el país, definiendo dicho delito como "cualquier acción u omisión que cause muerte, daño o sufrimiento a la mujer en razón de su género, donde quiera que ocurra, ya sea en el ámbito público o privado; o una amenaza de ello".
"Hoy por fin estamos cumpliendo con una enorme deuda que teníamos con todas las mujeres de nuestro país, especialmente las que se encuentran en una condición de mayor vulnerabilidad. Estamos hablando de, quizás, la ley más importante que se haya aprobado en materia de violencia de género, porque es la base que nos permitirá avanzar en la prevención y erradicación de este grave delito", valoró la representante de O'Higgins, quien incluso agregó que "a contar de hoy, es el Estado el que estará obligado a velar por la seguridad y protección de las víctimas de violencia de género".
Pero además, la diputada Romero también destacó que la nueva legislación reconozca como violencia aquella que se ejerza contra los niños, niñas y adolescentes con la finalidad de provocar un daño a sus madres o cuidadoras. También valoró que se incluya no sólo la violencia física, sino que también la psicológica, sexual, económica, simbólica, institucional y política, incluso en el trabajo.
Por último, la legisladora remarcó la importancia de que se cree un sistema integrado de gestión y de seguimiento de casos, como también la obligación de que se vigile el cumplimiento de las medidas cautelares contra los agresores, lo que fue ampliamente valorado por la Corte Suprema.
"Aquí hay un conjunto de medidas y acciones que, una vez que la ley sea promulgada y entre en vigencia, nos permitirán ir alcanzando -poco a poco- el anhelo de vivir una vida y en un ambiente libre de violencia. Históricamente, las mujeres han sido víctimas de una violencia sólo por razón de su género, y pese a ello el Congreso llevaba siete años tramitando esta ley. Así que estamos más que satisfechas por haber ayudado a destrabar el proyecto y que hoy sea una realidad", sostuvo Romero.