¿Una lista negra de artistas urbanos? Proyecto de ley busca prohibir la participación de artistas que promuevan la narcocultura y otras actividades delictuales en eventos masivos

En medio de una encendida polémica en la escena cultural chilena, el Proyecto de Ley que busca prohibir la participación de artistas que promuevan la narcocultura en eventos masivos y actividades culturales financiadas con recursos públicos ha levantado fuertes críticas y debates sobre la libertad de expresión y la posible discriminación hacia artistas específicos.

La Chispa inicial: Peso Pluma en el Festival de Viña del Mar

La controversia comenzó cuando el artista Peso Pluma fue confirmado para presentarse en el Festival de Viña del Mar, generando reacciones polarizadas en la audiencia y la clase política. Un concejal de Viña del Mar, René Luis Escobar, solicitó la cancelación de su contrato, argumentando que las letras de sus canciones hacen apología de la violencia, el crimen organizado y la corrupción, influenciando negativamente a la juventud. Este episodio se convirtió en el catalizador que puso de manifiesto la necesidad de abordar la presencia de la narcocultura en la escena artística chilena.

Mención explícita de artistas urbanos chilenos

La propuesta legislativa presentada por la diputada Joanna Pérez Olea busca modificar la Ley N°19.928 sobre el fomento de la música chilena, estableciendo la prohibición de participar en eventos masivos a artistas que promuevan la narcocultura y otras acciones ilícitas. La propuesta hace mención explícita de artistas urbanos chilenos como Pablo Chill-e, King Savagge, Jere Klein y Cris MJ como ejemplos de aquellos que podrían ser afectados por la legislación.

"Este movimiento, conocido como 'narcocultura', se manifiesta de diversas maneras, incluyendo la música, la literatura, el cine, la moda y otras expresiones artísticas. Por ejemplo, algunas canciones de artistas urbanos chilenos narran hazañas y la vida de los narcotraficantes, logrando posicionarse en los primeros lugares de los rankings musicales del país, entre ellos Pablo Chill-e, King Savage[sic], Jere Klein y Cris MJ", señala el Proyecto de Ley.

Ambigüedad y la posible discriminación a artistas urbanos

Desde el punto de vista de la libertad de expresión, la propuesta legislativa plantea serias preocupaciones. La mención de nombres específicos podría percibirse como un intento de censura selectiva, limitando la diversidad artística y la expresión creativa. La falta de una definición clara de "narcocultura" en la ley también ha sido objeto de críticas, ya que podría dar lugar a interpretaciones subjetivas y decisiones arbitrarias.

Problemas de implementación

Hay varios aspectos que podrían plantear problemas para su implementación. Aquí hay algunas consideraciones:

Definición vaga de "Narcocultura"

La falta de una definición clara y específica de "narcocultura" puede generar ambigüedad y dar lugar a interpretaciones subjetivas. Esto podría llevar a situaciones donde artistas o expresiones artísticas son penalizados sin criterios claros. Establecer una definición precisa podría ser crucial para evitar posibles abusos.

Ambigüedad en la identificación de contenido

Determinar qué constituye la promoción de la narcocultura puede ser subjetivo y ambiguo. Las letras de una canción o las acciones de un artista pueden interpretarse de diversas maneras. La ambigüedad en la identificación de contenido podría llevar a interpretaciones arbitrarias y desafíos legales por parte de los artistas afectados.

Posible censura y discriminación

La prohibición basada en la temática de las letras o las expresiones artísticas podría ser interpretada como censura, especialmente si se percibe que se está penalizando a ciertos géneros musicales o artistas específicos. Esto podría dar lugar a acusaciones de discriminación y generar debates sobre la equidad en la aplicación de la ley.

Desafíos de implementación y fiscalización

La efectiva implementación de la ley requeriría un sistema robusto para evaluar constantemente el contenido artístico, lo cual podría ser logísticamente desafiante. Además, la fiscalización de eventos masivos y actividades culturales financiadas con recursos públicos requeriría recursos considerables y podría enfrentar obstáculos prácticos.

Consideración de factores atenuantes

La ley no parece contemplar factores atenuantes, como el contexto artístico o la intención del mensaje. La falta de flexibilidad en la aplicación de la ley podría llevar a decisiones que no consideran matices importantes en la creación artística, lo que podría generar críticas sobre la rigidez de la legislación.

En resumen, mientras que el proyecto de ley busca abordar preocupaciones legítimas sobre la narcocultura, su implementación debe tener en cuenta cuidadosamente los principios fundamentales, como la libertad de expresión, y abordar las posibles ambigüedades y desafíos prácticos para evitar problemas legales y garantizar una aplicación justa y equitativa.

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