El doctor Hugo Rodríguez, pediatra broncopulmonar y presidente de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica (Sochinep), alerta sobre el subdiagnóstico y la falta de adherencia al tratamiento del asma en Chile. Según Rodríguez, entre el 7% y el 10% de la población chilena podría tener asma, pero el porcentaje real podría ser mayor debido a la falta de diagnóstico adecuado y a la escasa adherencia al tratamiento.
La guía clínica para el asma con cobertura en el GES señala que esta enfermedad supone una carga considerable para los afectados y sus familias, pero puede controlarse con un tratamiento adecuado, lo que resulta en una mejor calidad de vida.
El asma es una enfermedad crónica inflamatoria de las vías respiratorias, causada por factores genéticos y ambientales. Provoca la estrechez de los bronquios, lo que dificulta la respiración y puede causar sibilancias, opresión en el pecho y tos.
Rodríguez atribuye la falta de adherencia al tratamiento al hecho de que a las personas no les gusta seguir un tratamiento diario y persistente. Sin embargo, enfatiza en que el asma es una enfermedad tratable y que un buen tratamiento puede permitir a los pacientes llevar una vida normal.
Además de la predisposición genética, el tabaquismo materno durante el embarazo y la exposición a alérgenos ambientales, como el humo del tabaco o la contaminación, son factores de riesgo para el desarrollo del asma.
Para diagnosticar el asma, se realiza un interrogatorio clínico y, en algunos casos, una espirometría para evaluar la función pulmonar.
Por otro lado, los pacientes con asma grave enfrentan dificultades adicionales. Claudia Fuentes, paciente y presidenta de la Fundación Chile Asma, destaca que, aunque hay cobertura para el asma en el GES, no hay tratamientos específicos disponibles para el asma grave en el sistema público de salud. Esto ha llevado a la agrupación a abogar por la inclusión de estos medicamentos de alto costo en la canasta Auge-GES o en la Ley Ricarte Soto.
Fuentes subraya la importancia de un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado para los pacientes con asma grave, ya que esto puede reducir la discapacidad, disminuir la hospitalización y mejorar la calidad de vida.