El cáncer de mama debe ser prioridad tanto para mujeres como para hombres. Aunque el porcentaje de prevalencia suele ser menor entre ellos, los hombres suelen ser diagnosticados en estados más avanzados, y la razón principal recae en que no se realizan mamografías de detección cotidianas.
Según las últimas cifras de Globocan publicadas en 2020, en Chile el cáncer de mama es el tercer cáncer más común dentro de la población general con 5.331 casos nuevos registrados en dicho periodo[1].
El autoexamen de los senos es una práctica que promueve la familiarización con el cuerpo. Este hábito facilita la detección de posibles bultos, engrosamientos y otras alteraciones inusuales para acceder a un examen médico más exhaustivo, en caso de detectar algo. Cuando se combinan, los autoexámenes y las mamografías, se puede obtener un diagnóstico temprano y definir un tratamiento oportuno.
En el caso de las mujeres a partir de los 40 años, la recomendación es realizarse una mamografía anual, mientras que en los hombres y aquellas mujeres menores, el consejo es autoconocer sus mamas, y ante la aparición de cualquier anormalidad acudir a un centro de detección especializado para realizarse una ecografía mamaria. Posterior a esa evaluación, el radiólogo especialista podrá indicar una mamografía diagnóstica según sea el caso.
Entrando un poco más en detalle, se suele pensar que los procedimientos pueden llegar a ser dolorosos, pero en realidad, permitirán tomar decisiones más saludables.
Autoexamen de senos
En primera instancia, el realizarse un autoexamen otorga a las personas un papel activo con respecto a su salud y bienestar. Por esto, es necesario conocer tres acciones que se pueden realizar desde casa:
- Levantar los brazos por encima de la cabeza para hacer una inspección visual frente al espejo. Se debe prestar atención a hundimientos en la piel o hinchazones.
- Esta revisión también se podría realizar en la ducha, moviendo los dedos hacía el pezón.
- Estar acostado permitirá examinar de manera uniforme, ya que se evidencia una extensión amplia por la costilla.
Tecnología del lado del paciente
Los resultados óptimos del cáncer de mama dependen de un diagnóstico a tiempo, seguido de un enfoque multidisciplinar del tratamiento individual. Herramientas diagnósticas como la mamografía, la tomosíntesis, la resonancia magnética de mama y las soluciones de ultrasonido han contribuido a ofrecer formas de detectar el cáncer más temprano y avanzar hacia una atención personalizada.
Con lo que respecta al cáncer de mama, la mamografía es el procedimiento en tecnología médica que pretende construir el punto de partida para lograr un diagnóstico preciso. En sí, este examen son radiografías especializadas de las mamas que pueden detectar tumores incluso antes de que sean palpables. Y de lado, están todas las tecnologías mencionadas anteriormente que están alcanzando el máximo nivel de precisión en el escaneo, pero también en el diagnóstico, la caracterización de la enfermedad y el tratamiento. Y de lado, tecnologías digitales emergentes están complementando el abordaje oncológico, potenciando las decisiones y haciendo que la atención sea más precisa y eficiente.
“Desde la industria nos esforzamos por brindar atención de alta calidad a través de tecnología integral, acompañando a los pacientes en todo su proceso de cuidado, incluyendo mamografías, ultrasonido, radioterapia y más. Hasta el momento, nos hemos dado cuenta que, los avances tecnológicos y las colaboraciones del sector nos han permitido una mejor comprensión de la oncología y hemos cocreado un enfoque fácil de usar y transparente.” comenta Joaquín Rigo-Righi, Director de Imágenes Diagnósticas y Terapias Avanzadas en Siemens Healthineers para Argentina, Chile y Uruguay.
[1] The Global Cancer Observatory (GCO). (2020). Globocan 2020. https://gco.iarc.fr/today/data/factsheets/populations/152-chile-fact-sheets.pdf