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El sistema de “categorización en urgencias” implementado en el Hospital de Rancagua garantiza una atención más rápida, oportuna y eficiente para las personas en condiciones de salud más delicadas que llegan desde diversos puntos de la región de O’Higgins. Este sistema optimiza el uso de los recursos disponibles y mejora la gestión del riesgo clínico asociado al ingreso.
Evaluación según gravedad
De acuerdo con la jefa del Servicio de Urgencia-Adulto del Hospital de Rancagua, Dra. María Eugenia Barreto, “todos los pacientes que ingresan por el Servicio de Urgencias son sometidos a este sistema de categorización, basado en un Índice de Severidad de Emergencia (ESI). Este instrumento clasifica a los pacientes según una escala de cinco niveles, evaluando qué tan grave están y cuánta urgencia requiere su atención”.
Procedimiento en la sala de triaje
El proceso de categorización no se basa en el orden de llegada, sino en la condición clínica del paciente. En la sala de triaje, un enfermero evalúa signos vitales como pulso, presión arterial y síntomas, además de factores como la edad y el motivo de consulta, para determinar la prioridad de atención.
Los niveles de la escala ESI
La escala universal utilizada en el hospital incluye cinco niveles:
- Nivel 1: Emergencia extrema. Pacientes en riesgo de muerte, como aquellos con hemorragias graves.
- Nivel 2: Alta urgencia. Personas con problemas graves, como un posible ataque al corazón.
- Nivel 3: Riesgo moderado. Pacientes con síntomas importantes que pueden esperar sin peligro inmediato.
- Nivel 4: Urgencia menor. Casos leves, como fiebre o síntomas gripales.
- Nivel 5: Sin urgencia. Situaciones simples que pueden ser tratadas en centros de atención primaria como SAPU o SAR.
Recomendaciones para el buen uso del sistema de urgencias
La Dra. Barreto destacó que comprender la prioridad en las urgencias es clave para garantizar la atención adecuada de los pacientes más graves. “Cuando un paciente con síntomas leves ocupa espacio y recursos, se retrasa la atención de quienes realmente están en riesgo”, explicó.
Cuándo acudir al hospital
Según la especialista, es fundamental reconocer los síntomas que ameritan una visita al hospital:
- Dificultad para respirar.
- Fiebre alta que no baja con medicamentos.
- Pérdida de conciencia o desorientación.
- Dolor intenso en el pecho.
- Antecedentes de infartos o accidentes cerebrovasculares.
- Agravamiento de un problema de salud tratado previamente.
Alternativas para casos menos graves
Para situaciones menos urgentes, como resfriados o fiebre controlable, es preferible asistir a un SAPU o SAR. “Este sistema busca optimizar los recursos del hospital y garantizar el cuidado de todos los pacientes”, concluyó la Dra. Barreto.