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Hipertensión, una epidemia silenciosa

La Última Encuesta Nacional de Salud (ENS) refleja un avance significativo en comparación con versiones anteriores. En 2003, solo el 40% de los hipertensos estaba en tratamiento. Entre 2003 y 2017, la proporción de pacientes con presión arterial controlada aumentó del 14% al 34%, y la cantidad de hipertensos conscientes de su enfermedad subió del 59% al 66%.

Control insuficiente de la hipertensión

A pesar de estos avances, el doctor Juan Ramón Soto, presidente de la Sociedad Chilena de Hipertensión, advierte que la situación está lejos de ser óptima. “Que solo un 34% de los hipertensos en tratamiento tenga la presión arterial controlada —menor de 140/90 mm Hg— significa que la mayoría no ha logrado alcanzar las metas que permiten disminuir eventos cardiovasculares, como infartos o accidentes cerebrovasculares”, explica el especialista.

Factores de riesgo asociados

La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo modificable en las enfermedades cardiovasculares. Factores como colesterol alto, tabaquismo, diabetes y obesidad abdominal suelen agravar la situación, según el Dr. Soto.

Diferencias en el conocimiento y tratamiento

Aunque los avances son alentadores, el conocimiento sobre los riesgos de la hipertensión es desigual. Las mujeres tienen mayor conocimiento de la enfermedad y mejores tasas de tratamiento y control en comparación con los hombres. Esto es crucial, particularmente en menores de 50 años, dado que la hipertensión suele ser asintomática o presentar síntomas inespecíficos como fatiga, mareos o disfunción sexual.

Recomendaciones para prevenir la hipertensión

Para prevenir la hipertensión y proteger la salud cardiovascular, se recomienda:

  • Mantener un peso saludable.
  • Realizar al menos 2 horas y media de ejercicio semanal.
  • Reducir la ingesta de sal y aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio, como frutas y verduras.
  • Evitar el tabaquismo.
  • Medir regularmente la presión arterial, especialmente con antecedentes familiares o de obesidad.
  • Controlar los niveles de colesterol y glucosa.
  • Ser constante con controles médicos, medicamentos y cambios en el estilo de vida en caso de hipertensión diagnosticada.

La importancia de la educación y la detección temprana

El doctor Jorge Jalil, presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, enfatiza que “a pesar de un mayor conocimiento sobre la hipertensión, no es suficiente porque es una enfermedad silenciosa cuyas consecuencias graves pueden manifestarse tras años sin tratamiento efectivo”. Entre estas consecuencias se encuentran el ACV, el infarto al miocardio, el daño renal y la falla cardíaca.

Hacia un abordaje integral

El Dr. Jalil destaca la necesidad de educar sobre la hipertensión arterial desde edades tempranas e implementar actividades de detección en lugares de trabajo para adultos activos. Además, resalta la importancia de tratar la obesidad, fomentar una cultura de actividad física y garantizar acceso a medicamentos antihipertensivos que combinen eficacia y simplicidad. Complementar el tratamiento con cambios en el estilo de vida, como dietas bajas en sal, menos alimentos procesados, más vegetales frescos y ejercicio regular, es esencial para reducir el impacto de esta enfermedad.


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