El Hospital de Rancagua ha alcanzado un importante hito al ser acreditado en Calidad y Seguridad, además de superar la evaluación del Programa de Control de Infecciones (PCI) sin observaciones. Este proceso de acreditación, realizado cada tres años, es esencial para garantizar que el hospital cuenta con los profesionales necesarios, ha desarrollado programas de supervisión adecuados y ha implementado prácticas efectivas para reducir las Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS).
La evaluación fue llevada a cabo por el Servicio de Salud de O’Higgins (SSO), con la profesional Liliana Guajardo a cargo del PCI en los establecimientos hospitalarios y de atención primaria de la región. Guajardo destacó que "las infecciones no sólo se reducen al ámbito intrahospitalario, sino que también se amplían a toda la red, por eso hablamos de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud o IAAS".
Sobre la importancia de evaluar la implementación de los PCI, Guajardo indicó que "las IAAS son uno de los eventos intrahospitalarios que llevan a un mayor costo en salud, costo que incluso puede llegar a la muerte de un paciente por una infección intrahospitalaria, o a tener brotes generalizados que involucren a muchos pacientes y también a funcionarios". Añadió que el Programa de Control de Infecciones no sólo protege al paciente y al funcionario, sino también a las visitas y acompañantes.
El Hospital de Rancagua ha sido evaluado en tres ocasiones: la primera en 2017 en el hospital antiguo, la segunda en 2020 en el nuevo hospital justo antes de la aparición del SARS-CoV-2, y la tercera evaluación, recientemente concluida. "Esta tercera evaluación se demoró un poco producto de las contingencias", explicó Guajardo.
El Ministerio de Salud considera el Programa de Control de Infecciones como un indicador del funcionamiento de un establecimiento hospitalario y de los beneficios y costos asociados para los pacientes. "Es una parte importante del convenio de desempeño del director", puntualizó Guajardo.
El Hospital de Rancagua cuenta con un PCI completamente desarrollado, con un equipo multidisciplinario de profesionales capacitados, incluyendo enfermeras, la doctora Cautín como médico infectólogo, y la doctora Correa como microbióloga. Este equipo no sólo es esencial para el hospital, sino también sirve como referente para los once hospitales de base comunitaria en la región.
Finalmente, Guajardo destacó que el SSO es reconocido a nivel ministerial por su trabajo en control de infecciones. "Pese a ser el servicio con más hospitales a su cargo (15) de todo el país en la pandemia, tuvimos menos brotes que servicios que tienen dos o tres hospitales. Esto se debe a nuestros programas de control de infecciones eficientes, formados y consolidados, donde las enfermeras juegan un rol preponderante, junto a nuestros aliados que son los tecnólogos médicos y una vigilancia permanente".