Las tres capacitaciones que se realizaron en el auditorio del Hospital Regional de Rancagua (HRR), en virtud de la entrada en vigencia de la ley 21.057, estimada para los primeros días de octubre en la región, abordan lo referido a violencia sexual contra menores de edad, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “todo acto sexual, la tentativa de consumarlo, comentarios e insinuaciones sexuales no buscados ni deseados o cualquier acción destinada a comercializar o utilizar la sexualidad de una persona mediante la coacción o en una franca relación de asimetría de poder, independientemente de la relación que exista entre ellas”.
El foco de las actividades, coordinadas entre las unidades de Calidad de Vida Laboral, Unidad Clínica Forense y Unidad Educativa del HRR, estuvo puesto en la norma técnica Minsal, abordando con ello, los protocolos de actuación y orientaciones necesarias para que los funcionarios puedan proceder correctamente ante este tipo de casos de violencia sexual.
En ese contexto, el Dr. Sergio Zamorano, jefe de la Unidad Clínica Forense para la atención de víctimas de la violencia sexual del establecimiento, a cargo de los talleres, indicó que los objetivos “se centran en ahondar en los deberes y derechos de los funcionarios públicos respecto de la ley conocida como <<No me preguntes más>>, saber cuáles son las consideraciones relevantes para enfrentar situaciones de maltrato, abuso o violencia sexual, cómo atender a la persona que ha sido víctima, en este caso niños, niñas y adolescentes, abarcando con ello, aspectos preventivos y de aplicación de normas. Por otro lado, en dar a conocer la experiencia de la Unidad Clínica Forense de nuestro hospital, que inaugurada el 2018, ha asistido a más de 600 pacientes víctimas de violencia sexual, 50% de ellos, menores de 15 años”.
Cristian Santamaría, jefe de Calidad de Vida Laboral del hospital y encargado de la coordinación de las jornadas, expresó que “es importante recalcar el trabajo que realizan nuestras unidades, en difundir la información referente a violencia sexual que afecta a infantes y jóvenes, porque eso nos aporta un panorama general sobre el problema y además, porque al tener una unidad educativa en nuestras dependencias, que interactúa diariamente con niños, hace necesario tener más conocimientos sobre cómo abordar los eventuales casos de violencia y actualizarnos”.
Finalmente, se destaca que estas instancias no actualizan solo las competencias y criterios de los trabajadores de la salud frente a situaciones de violencia sexual, sino que “permiten adecuar los protocolos de atención a menores de edad, detectar los casos y promover los derechos de los niños, empujando al conocimiento a evitar la victimización y la revictimización” como señaló el Dr. Zamorano al término de la convocatoria.