El cuidador cumple un rol fundamental en la vida de un paciente con demencia, anteponiendo incluso sus propios intereses en beneficio de otra persona que necesita ayuda para poder cuidar de sí misma. La terapeuta ocupacional Karen Romo, perteneciente al programa de Alzheimer y otras demencias, junto con destacar su importancia, entrega algunas recomendaciones para llevar a cabo de la mejor forma esta labor.
La funcionaria del Hospital de Pichilemu define esta responsabilidad como “un trabajo muy bonito, yo creo que ahora se está visualizando mucho más, pensando en que era una labor que estaba bastante escondida, pero que es sumamente importante”. Para ello es fundamental mantenerse en buenas condiciones físicas y mentales para realizar su labor, para lograr esto la terapeuta aconseja que “ojalá se pueda establecer una red de apoyo con la familia, con personas cercanas o con otras instituciones donde la persona pueda tener su espacio para distraerse, poder hacer un poco de actividad física, poder hacer sus trámites o asistir a sus controles médicos”.
“Nosotros siempre recomendamos al cuidador, concientizar mucho a las familias para que pueda ser un trabajo compartido, es importante que estas personas sientan el apoyo y la colaboración, porque la sobrecarga física, mental y emocional es tremenda y nosotros lo vemos en nuestro ejercicio profesional a diario”, subraya Karen.
Al ser consultada sobre cómo el programa de Alzheimer y otras demencias del Hospital de Pichilemu, aborda esta problemática, la profesional explica que “nosotros tenemos un taller de yoga en el cual entregamos una serie de estrategias, vamos comentando situaciones que se generan en lo cotidiano, estrategias para poder enfrentar el desánimo de la persona que están cuidando o también el saber cómo enfrentar las rabietas que le dan a los pacientes”.