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Una labor silenciosa pero valiosa es la que desarrollan hace ya un tiempo las “amigas del hospital”. Dos chimbaronguinas que de forma independiente, realizan voluntariado en apoyo a los pacientes internados del Hospital de Mercedes.
Algún apoyo en lo espiritual
Durante dos días a la semana, principalmente los martes y viernes por la mañana, Ros Mary Rodríguez y Ana Veas Lisboa se acercan hasta el servicio de Hospitalización, donde conversan con los enfermeros y/o técnicos en enfermería para consultar sobre los usuarios que necesiten un apoyo en materiales de higiene o limpieza o bien algún apoyo en lo espiritual.
Solitaria hace ya 18 años
Ros Mary Rodríguez señala “Llevo 23 años realizando esta labor. Pertenezco a la iglesia cuadrangular de Chimbarongo, donde un grupo de pastores formó un grupo para trabajar como voluntarios en el antiguo hospital. Yo me integré pero por algunas circunstancias seguí mi camino de forma solitaria hace ya 18 años. Recibo ayuda de los sacerdotes de las parroquias La Merced y San José. Me han aportado con insumos para los pacientes que llegan de urgencia al hospital y sin nada. Nosotros les facilitamos esos implementos de aseo, es un regalo para ellos”.
"Les hablo de Dios pero sin imponerlo"
Con tantos años de voluntariado, enfatizó Mary, que nunca ha tenido inconvenientes con los funcionarios del hospital para desarrollar su labor. “Al contrario, gracias a Dios no he tenido ningún problema. Cuando comencé, me realizaron una inducción sobre el cuidado del paciente y los límites que se debe tener. En el hospital antiguo nosotros apoyábamos harto ya que había menos personal. Hoy solo colaboramos en el apoyo de insumos o conversar con los pacientes para que se sientan más acogidos. Les hablo de Dios pero sin imponerlo, para que sepan en quien pueden aferrarse. Y todo lo hacemos con cariño y sin pedir nada a cambio”.
"es muy lindo esto que estamos haciendo"
Por su parte, Ana Veas también es voluntaria en Hospital de Mercedes. Hizo esta labor por más de 22 años en el viejo centro hospitalario junto al grupo pastoral de la parroquia San José, donde eran más de 19 personas. “Pero se fueron retirando de a poco y quedé sola. Aunque por motivos personales tuve que dejar este voluntariado por un tiempo. Volví y estoy junto a Ros Mary ayudando a los pacientes. Siempre hemos sido bien recibidas, es muy lindo esto que estamos haciendo que también es con vocación y cariño”.
¿Qué dijo la directora del Hospital de Chimbarongo?
Para la directora del Hospital de Chimbarongo, Médica Carolina Valenzuela, “la ayuda que ellas ofrecen es muy valorable. Ya que acompañan a los pacientes en un momento de necesidad, entregándole un apoyo desinteresado. Eso se agradece y a nombre del hospital, ojalá continúen realizándolo por muchos años más”.