Cada 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y que presenta un desafío tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Se estima que el lupus está presente en al menos cinco millones de personas globalmente, siendo una realidad compleja que también impacta en Chile.
El lupus es una enfermedad crónica y compleja clasificada como una patología autoinmune, donde el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del cuerpo. La mayoría de los pacientes desarrollan la enfermedad entre los 15 y los 44 años, y sorprendentemente, el 90% de los afectados son mujeres.
Gonzalo Tobar, vocero de la Fundación Lupus Chile, destaca que en el país hay un catastro de confirmación diagnóstica superior a los veinte mil pacientes, subrayando la dificultad en el diagnóstico debido a la falta de pruebas definitivas y los síntomas inespecíficos que presenta la enfermedad.
La Dra. Annelise Goecke, reumatóloga y presidenta de la Sociedad Médica Santiago, explica que el camino hacia el diagnóstico del lupus puede ser largo y complejo, ya que los síntomas son variados y poco específicos. Esto puede generar confusión y frustración en los pacientes, quienes pueden tardar meses o incluso años en recibir un diagnóstico definitivo.
La importancia del control médico es fundamental en el manejo del lupus. Aunque la enfermedad cuenta con coberturas de tratamiento en el sistema de salud chileno, la espera para acceder a controles médicos puede ser prolongada. Además, los tratamientos varían según la severidad de la enfermedad y es crucial mantener actualizadas las guías de tratamiento para adaptarse al conocimiento actual.
En el Día Mundial del Lupus, tanto Tobar como la Dra. Goecke entregan un mensaje de esperanza para los pacientes. Con un adecuado control médico y tratamiento, es posible llevar una vida normal y plena, destacando los avances en el manejo de la enfermedad que han mejorado significativamente la calidad de vida de los afectados.