Sirviendo como un momento lúdico, capaz de ayudar, desde una mirada más humana y empática, a las madres a sobrellevar de mejor manera el estrés, la incertidumbre y ansiedad que implica la hospitalización de sus bebés prematuros, el Servicio de Neonatología del Hospital Regional de Rancagua (HRR) en coordinación con el voluntariado de las Damas de Blanco, junto al Departamento de Participación y Satisfacción Usuaria, les brindaron un desayuno de reconocimiento que, con la entrega de presentes, subrayaron simbólicamente tanto la perseverancia, como el sacrificio que se evidencian a diario en ellas, durante este complejo proceso.
“Este día es muy importante para nosotros, ya que no solo pone en manifiesto el riesgo de mortalidad que conllevan los partos de pretérmino, sino que releva el coraje que tienen las mamás que atraviesan la experiencia y el proceso posterior al nacimiento precoz”, expresó la Dra. María José Céspedes, jefa del Servicio de Neonatología del HRR, quien agregó “nos permite regalonearlas, ofreciéndoles este rico desayuno, porque entendemos que es una etapa muy difícil para ellas, pero por sobre eso, entendemos que su bienestar emocional es también el de sus bebés en pos del alta médica”.
Con lo anterior, Céspedes enfatizó “durante la estadía, es importante decir que, como neonatología, nos transformamos en una familia, conteniendo, aconsejando, apoyando a estas madres y sus pequeños, sobre todo aquellas de menores nacidos en las semanas 32 a 34, que son los más vulnerables a complicaciones, los más celebrados hoy día y cuyas hospitalizaciones se prolongan por más tiempo”.
Para Alejandra Valencia, jefa del Departamento de Participación y Satisfacción Usuaria del Hospital Regional de Rancagua, la realización de la actividad tiene un valor muy especial, por cuanto marca un reinicio, ya que este tipo de eventos se habían suspendido desde el inicio de la pandemia por Covid-19 y dada la contingencia actual, se permite retomarla, “esto es muy preponderante para las mamás que están hoy hospitalizadas con sus hijos en nuestro hospital, que puedan experimentar esta demostración de cariño, de afecto, de acompañamiento que acoge la participación de nuestros funcionarios y del voluntariado hoy presente, donde se reconoce el gran rol de la madre, la familia, del padre”.
En la ocasión, el Dr. Marcelo Cozzaglio, jefe(s) de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) Neonatal, añadió, “antes de la pandemia, se hacía con mucho cariño para regocijo de las mamás, pero el impacto de la misma limitó las visitas, la oportunidad de hacer un cariño a las familias, en desmedro del vínculo madre-hijo que hoy buscamos profundizar, asimismo en la recuperación del bebé. Hoy retomamos para reconectar con las mamás, reconocer su paciencia y sacrificio por el tiempo en que se extiende la hospitalización”.
Macarena Minchel, matrona supervisora(s) de la unidad de Paciente Crítico (UPC) Neonatal, señaló en tanto, “estamos hablando de partos traumáticos, antes del término, inesperados para las madres y padres, lo que hace que nuestro trabajo no solo sea de soporte clínico, sino de contención emocional, de acompañamiento en la evolución de la hospitalización de estos menores. Este desayuno es un momento que brinda la oportunidad de conversar, de compartir experiencias, de superar temores y de practicar la empatía. Pero finalmente, es un momento que nos refuerza como equipo de salud, que nos llama a reflexionar en torno a nuestra labor, porque detrás del paciente, de la patología, de la cama que utiliza, hay toda una familia y una historia que pueden, con nuestro apoyo, fortalecerse y ser reflejo de la visión integral de salud que estamos impulsando”.