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Aproximadamente del 1 al 2% de la población mundial tiene epilepsia, trastorno del sistema nervioso central en el que la actividad cerebral normal se altera y se generan crisis breves, de alrededor de un minuto, provocadas por descargas de neuronas.
Una patología crónica
“Es una patología crónica que puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad, pero que es más frecuente que se inicie antes de los 10 años o después de los 65. Se puede producir por muchas causas, que van desde las hereditarias hasta los trastornos genéticos, daños cerebrales, tumores, infartos, etc”, explica la doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Bupa Santiago.
En general se manifiesta por crisis generalizadas con convulsiones, pero también se puede presentar con episodios de desconexión o ausencias, donde hay pérdida de conciencia sin movimientos de extremidades, movimientos involuntarios de alguna extremidad, visión de luces o sensación de olores extraños.
Cómo reaccionar
¿Qué deben hacer las personas que están alrededor, ante una situación como esta? “Ante las crisis con convulsiones, hay que poner de lado a la persona, no introducir nada dentro de la boca (aunque se muerda la lengua), poner algo blando bajo la cabeza para que no se golpee y esperar a que el episodio termine. En caso de ausencias, no hacer nada en especial, solo esperar”, aclara la especialista.
Los gatillantes
Entre los principales factores de riesgo que pueden desatar una crisis de epilepsia están la falta de sueño, la suspensión brusca de medicamentos anticonvulsivantes o algunos otros medicamentos como las benzodiacepinas y el consumo de alcohol. Ocasionalmente, pueden producirse crisis por bajas de azúcar en la sangre e infecciones en el cerebro, como meningitis.
“En Chile, alrededor de 300.000 personas tienen epilepsia, pero la gran mayoría responde bien a los tratamientos con fármacos. Respecto de la prevención de las crisis, podemos decir que se puede disminuir la posibilidad de que ocurran evitando la privación de sueño, el consumo de alcohol y siguiendo las indicaciones del médico tratante”, señala la neuróloga.