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La Corte de Apelaciones de Rancagua ratificó la sentencia que condenó al Servicio de Salud O’Higgins al pago de una indemnización de $40.000.000 por concepto de daño moral, tras determinarse una atención médica negligente en el Hospital Regional de Rancagua, que derivó en la interrupción de un embarazo de más de 30 semanas de gestación.
Tribunal confirmó falta de servicio en atención hospitalaria
En un fallo unánime, la Segunda Sala del tribunal de alzada confirmó la resolución del Primer Juzgado Civil de Rancagua, estableciendo que existió una clara falta de servicio por parte del recinto hospitalario. Según el dictamen, “en el proceso de atención médica de la paciente, se revelan múltiples omisiones relevantes, diagnósticos errados o tardíos, y una falta de diligencia asistencial básica por parte del personal médico y administrativo”.
Falla en protocolos y atención agravó la situación clínica
La resolución también expone que no se registraron evaluaciones simultáneas ni atenciones documentadas, a pesar de contar con médicos gineco-obstetras de turno. A esto se suma la ausencia de protocolos claros para interconsultas desde el área de maternidad, lo que, según el tribunal, agravó el estado clínico de la paciente.
Consecuencias clínicas y pérdida del hijo nonato
Producto de estas deficiencias, la paciente terminó en estado grave, requiriendo ventilación mecánica, transfusiones, manejo de infecciones y una cirugía mayor. El fallo detalla que el hecho culminó en “el fallecimiento del hijo nonato”, situación que pudo evitarse con una evaluación clínica adecuada y la realización oportuna de exámenes como ecografía y Doppler.
Daño moral acreditado en ambos progenitores
El tribunal concluyó que la interrupción de un embarazo avanzado conlleva un fuerte vínculo emocional entre los padres y el entorno cercano. En ese sentido, sostuvo que “la profunda angustia y dolor emocional” fue debidamente acreditada. Por tanto, confirmó el pago de $20.000.000 para cada uno de los demandantes por concepto de daño moral.