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En tan solo dos meses, el Servicio de Salud O’Higgins logró disminuir la mediana de espera para consultas nuevas de especialidad de 285 a 258 días, un avance significativo considerando que la lista supera las 100 mil personas. Esta mejora responde a una estrategia centrada en priorizar a quienes han esperado más tiempo, sin descuidar las urgencias ya atendidas de forma eficiente por el sistema.
Una estrategia con foco en la equidad
“Pusimos a los últimos de primeros, priorizando a quienes han tenido menos oportunidades y más tiempo en lista, sin descuidar, por supuesto, las urgencias que el sistema ya resuelve de forma eficiente”, explicó el doctor Lenin España, subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud O’Higgins.
El enfoque ha sido inclusivo, humano y enfocado en la equidad, posicionando a las personas más postergadas en el centro de la atención.
Transparencia y trabajo conjunto con la comunidad
Este progreso será presentado el próximo 6 de agosto durante la tercera sesión del Comité Regional de Gestión de Lista de Espera, instancia que reúne a equipos técnicos, representantes hospitalarios y usuarios del sistema. El comité se ha convertido en un espacio clave para compartir avances, evaluar estrategias y mantener una gestión transparente de las listas de espera.
Optimización de recursos sin aumento de presupuesto
El trabajo comenzó en marzo con un diagnóstico del proceso ambulatorio, y desde abril se han aplicado medidas concretas en hospitales de alta y mediana complejidad. Camila Cordero, asesora de Gestión de Listas de Espera, destacó que este avance se logró “sin sumar recursos económicos ni personal extra, sino optimizando lo que ya tienen los hospitales. Ha sido un esfuerzo colectivo, sostenido y bien dirigido”.
Entre las acciones clave estuvieron el uso más eficiente de las agendas médicas, mejor aprovechamiento de los box clínicos, reducción de ausencias (NSP) y mejoras en la gestión de altas médicas.
Interconsultas más claras y oportunas
Otro eje fundamental fue la estandarización de criterios para las interconsultas. Se definieron exámenes requeridos y condiciones de derivación, evitando así demoras innecesarias. “Antes, muchos pacientes llegaban sin los exámenes necesarios y debían volver a atenderse. Hoy trabajamos para que la derivación sea clara, completa y oportuna”, señaló Cordero.
Un proceso liderado por equipos comprometidos
Para el doctor España, el motor de este cambio ha sido el compromiso de los funcionarios: “Se ha demostrado que, revisando procesos, con liderazgo técnico y compromiso, se puede avanzar sin tener que esperar grandes inversiones. Lo que más valoro es que los equipos se involucraron, se sintieron parte del proceso y han dado lo mejor para lograr este resultado”.
Más allá de los números, personas que esperan
La próxima reunión del comité buscará seguir sumando voces, con foco en la transparencia y en el compromiso con la comunidad. “Este espacio es muy valioso, porque el principal integrante es la comunidad. Nos permite rendir cuentas, transparentar lo que hacemos y recordar que detrás de cada número hay una persona que merece acceso oportuno a la salud”, concluyó España.