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En un esfuerzo por promover actividades de recreación y reinserción social, los jóvenes J.N. y H.M., quienes cumplen sanción en el Centro Semicerrado (CSC) de Rancagua, bajo la supervisión del Servicio Nacional de Menores (Sename) de O'Higgins, participaron en una visita al Complejo Deportivo Monasterio Celeste, el centro de entrenamiento de O’Higgins Futbol Club.
Un cambio positivo en la vida de los jóvenes
La directora regional del Sename, Carolina Villarroel, destacó la importancia de estas actividades en el proceso de reinserción. “Estas actividades marcan un antes y un después en los jóvenes, ya que no son comunes de acceder y los sacan de la realidad que nos mueve día a día. Felicito al equipo del CSC, porque siempre están buscando opciones para que los adolescentes puedan vivir y compartir junto a sus familias, fomentando una sana convivencia”.
Recorrido por un importante centro deportivo
El Monasterio Celeste, ubicado en el sector de Las Mercedes en Requínoa, es uno de los complejos deportivos más destacados de Chile, donde se forman las nuevas generaciones de futbolistas. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de realizar una visita guiada por las instalaciones, bajo la dirección de Pablo García, representante del club, quien les mostró espacios históricos del recinto y áreas exclusivas de entrenamiento.
Un espacio para interactuar y aprender
Durante la visita, los adolescentes también tuvieron acceso a zonas como la estructura original del Monasterio, donde se llevan a cabo actividades masivas y conferencias de prensa, y los espacios de concentración y práctica de los jugadores. La experiencia incluyó un momento especial cuando los jóvenes presenciaron parte del entrenamiento del primer equipo y pudieron compartir brevemente con algunos jugadores.
Un proyecto de integración y apertura a la comunidad
La iniciativa demuestra la visión del Club Deportivo O'Higgins de abrir sus puertas a la comunidad, ofreciendo un espacio que inspira a los jóvenes y refuerza su proceso de rehabilitación. Desde el CSC de Rancagua, este tipo de actividades son valoradas como un paso esencial en la reinserción social, proporcionando momentos de esparcimiento que ayudan a los jóvenes a desarrollar habilidades en un entorno positivo y alentador.