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Más del 26% de los chilenos entre 30 y 39 años presenta signos de soledad, estrés y depresión

Un reciente estudio realizado por la Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad (UC-AChS) revela un preocupante panorama para la salud mental en Chile: más del 26% de la población entre los 30 y 39 años muestra signos de soledad, estrés y depresión. Esta etapa de la vida, conocida como adultez temprana, se ha transformado en un período crítico que requiere mayor atención y comprensión.

Adultez temprana: decisiones y presiones

La académica del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de O’Higgins, Camila Oda, explica que esta etapa etaria está marcada por una serie de decisiones vitales y transiciones complejas. “Se deja atrás lo que se conoce como juventud; pero también obedece a otros desafíos como el deseo o decisión de formar o no una familia, tener o no tener hijos, la distancia paulatina de amistades frecuentes, el hecho de ver envejecer y cuidar a sus padres, entre otras presiones sociales”, señala.

Impacto emocional postpandemia

Según la experta, la pandemia dejó una “herencia emocional” que sigue afectando a este grupo. “En Chile este grupo etario en particular no ha sido foco de las políticas para prevenir problemáticas de salud mental, y además se ha esperado que siga funcionando, produciendo y cuidando, como si nada hubiera pasado”.

Claves para contener el malestar

La doctora en Psicología Clínica y de la Salud entrega recomendaciones para enfrentar este malestar: identificar señales tempranas, buscar apoyo profesional y fortalecer las redes afectivas. “Propiciar nuevas amistades y reforzar redes participando en actividades que resulten placenteras, probablemente ayude a generar vínculos con personas de intereses comunes. Expresar nuestros deseos y necesidades, suele ser una señal positiva de cara a resolver el malestar”.

Cuándo buscar ayuda profesional

Si los síntomas de angustia, tristeza o cansancio emocional persisten por más de dos meses, es fundamental consultar a un especialista. “Si sienten que lo que prima es malestar, por ejemplo, angustia, tristeza, falta de energía, cambios en el sueño, en el apetito, o cambios en la libido, sugiero buscar atención especializada en salud mental”, explica Oda.

Intervención temprana mejora el pronóstico

En caso de no contar con acceso inmediato a un profesional de la salud mental, la recomendación es acudir a un médico general para iniciar la evaluación. “Mientras antes se detecten y traten, mejor pronóstico”, concluye la académica, destacando la importancia de no normalizar el sufrimiento emocional.

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