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Las bajas pensiones que reciben miles de personas mayores en Chile siguen siendo una de las principales preocupaciones sociales del país. Frente a esta realidad, la nueva Ley de Reforma de Pensiones ya comenzó su proceso de implementación y busca mejorar los ingresos de los actuales y futuros jubilados, incorporando medidas que reconocen el trabajo y las brechas históricas, especialmente de las mujeres.
Aumenta la Pensión Garantizada Universal
Uno de los principales beneficios de la reforma es el alza gradual de la Pensión Garantizada Universal (PGU) hasta los $250.000, la que se concretará plenamente en 2027. Esta mejora comenzará a aplicarse en septiembre de 2025, partiendo por los adultos mayores de 82 años, para luego extenderse al resto de los beneficiarios.
Nuevos pagos por cotizaciones y reconocimiento a las mujeres
La ley también contempla dos importantes medidas: una garantía por año cotizado y una compensación para las mujeres, considerando su mayor expectativa de vida y las brechas de género del sistema actual. Este pago comenzará en enero de 2026 y, según explicó el ministro del Trabajo y Previsión Social, Giorgio Boccardo, permitirá “elevar las pensiones entre un 14% y un 35%”, además de ser un “reconocimiento importante para nuestras madres y abuelas”.
Una reforma con perspectiva de género y mirada a largo plazo
Boccardo destacó que esta reforma fue diseñada con perspectiva de género y responde al cambio demográfico que enfrenta Chile. “Va a requerir que sigamos fortaleciendo nuestros sistemas de seguridad social”, afirmó el ministro, quien además participó en el seminario “Últimos avances en materia laboral y previsional en Chile”, organizado por la Universidad de Talca.
Desafíos técnicos y estructurales por resolver
Aunque se valoran los avances, especialistas advierten que aún existen tareas pendientes. La académica María Soledad Jofré subrayó que la reforma “no soluciona el problema de fondo”, pero sí representa una mejora concreta para muchas personas. Además, señaló que “faltan varios instructivos, circulares y resoluciones que tienen que ponerse en marcha” para implementar completamente la reforma.
Envejecimiento de la población y sostenibilidad del sistema
El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, Iván Obando, planteó que uno de los desafíos inmediatos es el envejecimiento de la población. “Se estima que un 60% de los futuros jubilados va a estar en el pilar social”, explicó, y enfatizó la necesidad de evaluar la viabilidad de las reformas proyectadas.
Finalmente, el ministro Boccardo reafirmó la relevancia de esta reforma previsional al señalar que “es probablemente el desafío de política pública más grande que hemos tenido en décadas”.