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El inicio de año ha estado marcado por altas temperaturas que, incluso durante la noche, han superado los 16 grados, afectando el descanso de muchas personas. Ante esta situación, el Dr. Andrés Glasinovic, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, ha compartido una serie de recomendaciones para mejorar la adaptación al calor nocturno y facilitar el sueño.
Siete claves para un descanso fresco y reparador
Ventilación adecuada
Mantener las ventanas abiertas durante la noche permite la entrada y circulación de aire fresco, ayudando a reducir la sensación térmica.
Uso de ventiladores o aire acondicionado
Estos dispositivos pueden ser aliados para refrescar el ambiente y mejorar la circulación del aire en la habitación.
Ropa ligera y transpirable
Optar por pijamas de algodón o tejidos frescos es ideal para evitar el exceso de calor y facilitar la transpiración.
Sábanas adecuadas
El uso de ropa de cama de algodón u otros materiales transpirables favorece la ventilación y la evaporación del sudor, proporcionando mayor confort.
Evitar fuentes de calor
Reducir el uso de electrodomésticos y dispositivos electrónicos en la habitación contribuye a mantener una temperatura más baja durante la noche.
Hidratación constante
Mantenerse hidratado durante el día y antes de acostarse ayuda a regular la temperatura corporal y prevenir la deshidratación, clave para un buen descanso.
Ducha refrescante
Tomar un baño con agua fresca antes de dormir puede reducir la temperatura corporal, favoreciendo la sensación de frescura.
Adaptarse al calor para un mejor bienestar
La implementación de estas medidas puede marcar la diferencia en el descanso nocturno durante los meses de verano. Mantener un ambiente fresco y cómodo no solo facilita el sueño, sino que también contribuye al bienestar general en esta temporada de altas temperaturas.