Se dice que todo amante del café -de seguro- tiene una cafetera italiana o francesa en casa. Pese a que la búsqueda del café perfecto es un viaje que ha inspirado a millones de amantes del café en todo el mundo, para los apasionados del café existe un debate siempre presente en la mesa ¿el café en cápsulas es mejor que el tradicional? Expertos sugieren que, aunque estas máquinas pueden ofrecer resultados satisfactorios, no siempre permiten la adaptación a las preferencias individuales.
En una época en la que el tiempo se convierte en uno de los recursos más valiosos, las máquinas de café en cápsulas han ganado terreno por su comodidad y velocidad. La capacidad de obtener una taza de café de alta calidad con solo pulsar un botón ha atraído a aquellos con un estilo de vida ocupado. Sin embargo, esta conveniencia no está exenta de interrogantes sobre cómo se refleja en el sabor y la autenticidad de la bebida que tanto amamos.
La preparación manual ofrece un control minucioso sobre cada etapa del proceso, desde la selección del grano hasta la extracción perfecta. Esta atención a los detalles, afirman, resulta en una taza que refleja el carácter único de los granos y el arte de la preparación. Por otro lado, los amantes de las cápsulas resaltan la consistencia y la frescura asegurada por el sellado hermético de los granos en cada cápsula.
La evolución en la industria del café está marcada por la coexistencia de lo tradicional y lo moderno, por ello en un mundo saturado de opciones cafeteras, es fundamental educar al consumidor con información vital sobre los factores que determinan una materia prima de alta calidad. Antuel Café está definiendo un nuevo horizonte con su compromiso de crear un ecosistema emprendedor que sacuda los cimientos de la industria.
El contexto chileno: Café en cápsulas vs café tradicional
El consumidor chileno es conocido por su alto consumo de café en Latinoamérica, por lo que se ha vuelto más exigente en la elección preparación de este mismo. La conveniencia del café en cápsulas radica en su velocidad de preparación, asegurando además una proporción perfecta. Así, no habrá restos de café, como suele ocurrir con otros métodos, que podrían deteriorarse si no se consumen en breve.
El café tradicional por su parte posee múltiples variedades y categorías dependiendo de sus aromas y texturas, por lo que ya no pasa desapercibido para los consumidores que priorizan un café molido filtrado en lugar de opciones instantáneas; aquellos con conocimientos cafeteros optan por moler los granos justo antes de su preparación, un ritual exquisito que entrega un sin fin de experiencias.
Un ejemplo de esta evolución es Antuel Café, que ha traído a Chile un café de especialidad proveniente de Honduras. Este café es sometido a un proceso 100% natural de secado al sol, en una auténtica demostración de artesanía. Certificado con 86 puntos en una cata experta de la SKA, este café se sitúa en la categoría de especialidad, respaldando su calidad excepcional.
Karla Erazo, co-fundadora de Antuel Café señala que es fundamental que el café sea capaz de mantener su aroma y sabor original para así ser servido, este proceso se vuelve aún más veloz y dinámico cuando el café está molido, por lo mismo, al organizar la eficiencia de conservación de mayor a menor, el café en grano estaría en primer lugar, luego el café molido en paquete cerrado al vacío y por último el café molido en cápsulas
Es importante comprender que el debate en torno al café en cápsulas versus el café tradicional es una ventana a la personalización y a las preferencias individuales. Cada elección de taza es un recordatorio de cómo el café no solo es una bebida, sino una experiencia que refleja nuestras prioridades y deseos en un mundo en constante movimiento.