Científicos de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), liderados por el Dr. Fabián Guerrero, estudiaron la inflamabilidad de especies arbóreas y la relacionaron con compuestos químicos orgánicos (terpenos, hidrocarburos alifáticos, cetonas, entre otros) contenidos en los aceites esenciales denominados impulsores del fuego.
De acuerdo a los análisis, los árboles de Peumo, Eucalipto y Aromo fueron extremadamente inflamables. En cambio, Quillay y Pino fueron inflamables. Guerrero explica que se demostró que las hojas de los árboles contienen aceites esenciales que disminuyen el tiempo de ignición y, por tanto, pueden ser considerados como impulsores de la inflamabilidad en las especies predominantes del Clima mediterráneo.
Las zonas de estudio abarcan la Reserva Nacional Lago Peñuelas y Parque Nacional Río Clarillo de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, respectivamente. En estos dos sitios se han realizado muestreos de las especies nativas y exóticas. Dichas unidades, tienen bosque esclerófilo que está sometido a condiciones climáticas extremas como olas de calor, y estrés por sequía por lo que “Existe una alta probabilidad que los bosques de estas zonas aumenten su inflamabilidad”, comentó el investigador.
El equipo denominado Equipo de Ciencia Forestal Aplicada (E-CIFA) está en estos temas desde el año 2018. Según explica el investigador, al comienzo se identificó la necesidad de conocimiento e información en relación a los factores naturales que inciden sobre las diferencias en inflamabilidad de los árboles chilenos y conocer el porqué de estas diferencias. Según palabras del investigador “toda vegetación es combustible, pero no toda tiene el mismo grado de inflamabilidad”. Fue ahí que surgió el objetivo de establecer una clasificación de qué tan inflamable es un árbol por sobre otro, en una región que ha enfrentado incendios catastróficos, como la de Valparaíso.
En el estudio analizaron además de la inflamabilidad, los compuestos químicos contenidos en los aceites esenciales de especies exóticas como el eucalipto (Eucalyptus globulus), pino (Pinus radiata) y aromo (Acacia dealbata), y dos especies nativas, peumo (Cryptocarya alba) y quillay (Quillaja saponaria).
“La importancia del ranking es que permite establecer criterios relevantes tanto para la elaboración de planes de reforestación, como para planificación urbana en miras de reducir el riesgo asociado en caso de ocurrir un evento de incendio. Cabe destacar que además del ranking, tenemos información termoquímica como el poder calorífico y punto de inflamación de especies chilenas”, explicó el Dr. Fabián Guerrero.
Conaf y uso de la información
Para la Conaf la información de la investigación sirve para tomar decisiones respecto de con qué especies reforestar en lugares críticos o más susceptibles a sufrir incendios forestales, explicó Óscar Salazar Silva administrador Reserva Nacional Lago Peñuelas.
El funcionario de la Conaf destaca la preocupación en las coordinaciones para acceder a terreno y sobre todo por mantener retroalimentada a Conaf sobre los avances de la investigación, lo que va proporcionando insumos para saber las especies con cuales es mejor reforestar.
Finalmente, el investigador de la UTFSM dice que estos resultados preliminares ayudarán en la construcción de paisajes más resilientes en el futuro cercano y, además destacó el apoyo de su equipo de colaboración: Jan Bergmann, Yulian Carrasco, Ariel Muñoz, Lautaro Taborga, Mario Toledo, Lorena Espinoza, Carla Hernández, Camilo Carmona, Andrés Arriagada, Rodrigo Morales y Jacqueline Souza.