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El Primer Juzgado de Policía Local de Las Condes condenó al Banco Scotiabank por limitar el acceso a productos financieros a personas mayores de 75 años. La sentencia se originó tras una denuncia presentada por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), que calificó como discriminatoria la práctica del banco al negar renovaciones de tarjetas de crédito a clientes solo por su edad.
Reclamos que dieron origen al caso
La situación se conoció luego de que dos personas mayores denunciaran que Scotiabank les negó la renovación de sus tarjetas de crédito al superar los 75 años, sin considerar su capacidad de pago ni historial financiero. Tras recibir los reclamos, el Sernac ofició a la entidad y realizó una fiscalización online que confirmó la existencia de la restricción.
Argumentos del tribunal
El tribunal acogió la denuncia del Sernac, señalando que establecer un límite de edad en las políticas de crédito “implica evidentemente un requisito arbitrario carente de toda justificación que restringe o limita el acceso a la contratación de productos o servicios por la edad que tengan los clientes”. Por esta infracción a la Ley del Consumidor, el banco fue sancionado con una multa de 100 UTM, equivalente a unos 7 millones de pesos.
Qué establece la normativa
La Ley del Consumidor no contempla una edad máxima para solicitar productos financieros y garantiza que los consumidores no sean objeto de discriminación arbitraria. Además, la Ley Antidiscriminación (Ley Zamudio) reconoce expresamente que negar un servicio en función de la edad constituye una práctica discriminatoria.
De acuerdo con la normativa, las instituciones financieras deben realizar un análisis de solvencia económica considerando ingresos, deudas y antecedentes de pago. Negar un crédito por la edad, sin aplicar este análisis, infringe la ley. Asimismo, los consumidores tienen derecho a recibir por escrito, en un plazo de 10 días, las razones objetivas en caso de rechazo de una tarjeta de crédito.
Adultos mayores y acceso al crédito
El Sernac valoró la sentencia y recordó que las empresas deben adaptarse a una realidad demográfica donde cada vez más personas mayores son activas, independientes y plenamente capaces de responder por sus compromisos financieros.