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Las tremendas lluvias caídas este invierno, las más fuertes después de 14 años, provocaron diversos problemas en la red de ríos, esteros y canales, con algunos daños estructurales en bocatomas y compuertas que necesitan ser reconstruidos antes del inicio de la nueva temporada. La Federación de Juntas de Vigilancia llama a la responsabilidad de todos para evitar nuevos colapsos.
Las precipitaciones de junio produjeron también desbordamientos de algunos canales, que acarrearon problemas en núcleos urbanos y rurales.
Esta situación ocurrió en la época en que los canales de riego se encuentran vacíos, con sus bocatomas cerradas, sin agua de riego, y se generaron algunas interpretaciones equivocadas sobre a quién corresponde el cuidado de canales de desagüe y cauces, muchos de ellos abandonados después de muchos años de sequía.
En invierno, cuando los canales están sin agua y dedicados a la limpieza y reformas, siguen prestando un importante servicio a la comunidad, actúan como ‘canaletas’ que colectan las aguas de lluvias y las conducen hacia sectores más bajos de la zona.
Graciela Correa, gerente de la Federación de Juntas de Vigilancia de la Sexta Región, explica la importancia de este servicio: “Si no estuviese abierta la red de canales, los estragos serían mayores para la comunidad, pero los temporales también afectan a los canales, que a veces quedan en pésimas condiciones, embancados, o con compuertas, marcos y bordes rotos”.
Todas las reparaciones de la red de canales son asumidas por los usuarios, como establece el Código de Aguas. La norma establece que la operación y mantención de los canales de riego es responsabilidad de las Organizaciones de Usuarios de Aguas que tienen derechos de riego en cada canal o cauce, ya sea en forma de Comunidad de Aguas o Asociación de Canalistas.
La responsabilidad comunitaria
Después de 14 años de sequía continuada, la mantención de los canales de desagüe fue prácticamente abandonada, por lo que en su mayoría se encontraban sucios, obstruidos o borrados. Los desagües que transitan por los sectores más bajos de la zona no forman parte de la red de riego y deben ser mantenidos por todos aquellos beneficiados, es decir por los usuarios de ese drenaje.
La larga sequía también provocó abandono de las costumbres de limpieza, y muchos cauces naturales de agua, como ríos y esteros, se encontraban abandonados, con basurales ilegales de años de contaminación y suciedad, con árboles de gran tamaño en su lecho, enormes bancos de vegetación, y escombros por extracción irregular de áridos.
Esta acumulación de basuras y sedimentos, dificultó el libre escurrimiento de las aguas, que en su crecida sobrepasó o destruyó las compuertas cerradas de los canales, al igual que las riberas de baja altura.
Nuevos usuarios de parcelaciones
Debido al crecimiento poblacional y a la venta de terrenos para dividirlas en parcelas, muchas de estas viviendas, loteos y condominios han cercado sus propiedades hasta el borde mismo del canal de riego, impidiendo el acceso para limpiar y dar mantención al canal.
Muchos predios, sitios, casas y comercios que contaban con una acequia colectora al borde del camino, instalaron puentes de acceso con tubos de pequeño tamaño y por un largo tramo, los que se taparon fácilmente por los sedimentos arrastrados.
La ley prevé que todo canal de riego cuente con un camino/borde a cada lado, equivalente a la mitad del ancho del canal, para permitir esta imprescindible faena. Dichas medidas deben ser de libre acceso para celadores y usuarios.
“Como ustedes podrán notar, los canales de riego en estas lluvias han ayudado a conducir las aguas en exceso que el resto de las obras de desagüe y conducción no fueron capaces de transportar por falta de mantención o porque sencillamente fueron eliminadas”, Graciela Correa.
Para los usuarios de agua “se hace urgente trabajar junto con las municipalidades y la comunidad para limpiar nuestros ríos y esteros, restablecer los canales de desagües, sacar o reemplazar tubos y puentes mal instalados, y reforzar las riberas de baja altura” para prevenir nuevos colapsos.
La responsabilidad municipal
La norma legal indica que la limpieza y mantención de los cauces naturales le compete a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), y que, en los tramos urbanos de estos cauces, las Municipalidades deben concurrir a la limpieza.