La seremi de Minería de O’Higgins, Bárbara Gavia, participó de la conmemoración de la tragedia del humo ocurrida en la mina de El Teniente, Machalí.
En el Cementerio Nº2 de Rancagua, se reunieron autoridades y familiares de los 355 mineros fallecidos en el incendio del humo para recordar y honrar a quienes perdieron la vida en el trágico accidente minero de hace 79 años.
Este trágico accidente que ocurrió un 19 de junio de 1945, dejó una huella imborrable en la memoria de los sewellinos y en la historia de Chile como la peor tragedia minera del mundo.
El responso estuvo a cargo del sacerdote Hugo Yáñez, quien nació en Sewell y durante el responso, recordó las historias contadas por su abuelo sobre este devastador accidente. Para cerrar su intervención, el sacerdote evocó las palabras del padre Hernán Sánchez, quien fuera vice párroco de Sewell entre 1955 y 1959, y párroco entre 1959 y 1965:
"Trescientas cincuenta y cinco almas se reúnen junto al cementerio, que se multiplicaron en miles de lágrimas y pañuelos, en miles de corazones desgarrados por la pérdida de algún esposo, padre, amigo, hijo, compañero. Sewell entero se vistió de negro. Ahora es un mero recuerdo y Sewell ahora está en silencio. Pero el invierno no se ha ido. Está allá adentro y esperando su momento".
La Tragedia del Humo, ocurrida el 19 de junio de 1945, es uno de los episodios más trágicos en la historia de la minería chilena y mundial. Un incendio en la mina El Teniente, ubicada en Sewell, desencadenó una tragedia que cobró la vida de 355 mineros.
Al respecto la seremi de Minería dijo “la precaria seguridad laboral de la época, creó la necesidad urgente de mejorar las condiciones de trabajo en las minas y a realizar cambios significativos en las regulaciones de seguridad minera y la memoria de los fallecidos sigue siendo un poderoso recordatorio de la importancia de la seguridad en el trabajo, por lo Codelco trabaja en este ámbito constantemente con innovación y recursos para implementar nuevos sistemas de seguridad con todos los trabajadores, para que accidentes como éstos no vuelvan a ocurrir nunca más” .
La conmemoración de este día es un acto de respeto y memoria que une en el dolor y la esperanza de un futuro más seguro para todos los trabajadores.