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El Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), ambas dependientes del Ministerio de Agricultura, han presentado el Catastro Frutícola 2024 para las regiones de Coquimbo, Atacama y O'Higgins. Este estudio censal, que revela tendencias en la superficie y especies frutícolas de estas regiones, tiene como objetivo fortalecer la toma de decisiones en el sector agrícola nacional.
Disminución de la superficie frutal en Coquimbo
El primer lanzamiento del catastro se realizó en la Región de Coquimbo, donde se llevaron a cabo 3,199 encuestas, de las cuales 214 fueron nuevas. Los datos indican una reducción de un 17,3% en la superficie frutícola, lo que representa una disminución significativa desde la actualización de 2021, que registraba 22,442 hectáreas. La directora ejecutiva de Ciren explicó que "esta disminución se debe, principalmente, a problemas hídricos que han afectado el cultivo de cítricos en la región."
Tendencias en Atacama y el impacto de la sequía
En la Región de Atacama, se aplicaron 1,086 encuestas, con 144 nuevas, registrando una superficie frutal de 7,528 hectáreas, lo que implica una caída del 8,3% desde 2021. Las condiciones de sequía han afectado considerablemente a la región, con una reducción significativa en el área de cultivo de varias especies.
Aumento en superficie frutal en O’Higgins
En la Región de O’Higgins se realizaron un total de 9.118 encuestas entre básicas e industriales, de las cuales 972 corresponden a encuestas nuevas. Es la única de las tres regiones en mostrar un crecimiento en su superficie frutal, alcanzando las 99,901 hectáreas, un 5,1% más que en la actualización anterior, es decir, un incremento cercano a las 4.000 hectáreas. El seremi de Agricultura de O'Higgins, Cristian Silva, señaló que el catastro "nos ha permitido conocer no solo la cantidad de hectáreas, sino también las principales especies frutales del territorio, lo cual es vital para potenciar la fruticultura regional."
Impacto del Catastro Frutícola en la toma de decisiones
Según la subdirectora nacional de Odepa, el catastro es una herramienta esencial para identificar nuevas variedades, tendencias y tecnologías en el sector, así como para comprender cómo se adapta al cambio climático. "Esta información es fundamental para que los tomadores de decisiones diseñen políticas públicas adecuadas para el sector frutícola,” afirmó.
Resultados y proyecciones para el futuro
El ingeniero agrónomo de Ciren, Gabriel Henríquez, destacó que "en Coquimbo, todas las principales especies frutales han perdido superficie desde 2021, salvo el limonero, que es una excepción en el contexto de la región." Esto, añadió, es una respuesta directa a la sequía y representa un desafío clave para los productores locales.
Próximos estudios y nuevas herramientas
Odepa y Ciren continúan su trabajo en las regiones de Los Lagos, Maule, Biobío, Ñuble y Los Ríos, cuyos resultados serán publicados próximamente. Además, los nuevos catastros frutícolas están acompañados de un visualizador en línea que permitirá a los productores consultar datos relevantes de forma accesible y rápida.
Este Catastro Frutícola 2024, financiado por Odepa y ejecutado por Ciren, sigue siendo una herramienta clave en la actualización de estadísticas nacionales, proporcionando datos actualizados y relevantes para optimizar las prácticas agrícolas en todo el país.