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Los ciberataques dejaron de ser un problema meramente técnico para transformarse en una amenaza directa a la estabilidad financiera y la confianza de los mercados. Así lo advierte un reciente análisis internacional, que resalta la necesidad de entender la ciberseguridad como un componente estratégico del negocio y no solo como un gasto aislado.
Costos millonarios y largos tiempos de recuperación
El informe señala que contener un ciberataque y recuperar el control de los sistemas puede tardar en promedio 258 días y superar los USD 50 millones en costos. En los últimos años, más de un tercio de las compañías del S&P 500 reportaron incidentes, y una de cada seis experimentó caídas superiores al 5% en su valor accionario tras un ataque. Más del 60% de estas firmas continuaron con un rendimiento inferior al mercado incluso un año después.
Sectores más golpeados por los ciberataques
Los sectores de medios (58%), tecnología (47%) y telecomunicaciones (48%) fueron los más afectados entre 2019 y 2024. En paralelo, las instituciones financieras registraron 155 incidentes durante el mismo periodo, confirmando que el riesgo persiste incluso en industrias altamente reguladas. Entre un 10% y un 17% de las compañías sufrieron ataques múltiples, lo que refuerza la importancia de protocolos de respuesta sólidos y roles de crisis claramente definidos.
Ciberseguridad como habilitador estratégico
“Las empresas deben dejar de ver la ciberseguridad como un gasto aislado. Hoy es un habilitador estratégico para proteger operaciones críticas, mantener la confianza de clientes e inversionistas y asegurar la continuidad del negocio”, afirmó Marcial González, director general y socio.
Recuperación y resiliencia, ejes de la estrategia
La preparación no debe limitarse a la prevención. El estudio enfatiza que la recuperación y la resiliencia deben convertirse en ejes centrales de la estrategia corporativa. No se trata únicamente de evitar ataques, sino de estar preparados para responder con rapidez, contenerlos y minimizar su impacto financiero y reputacional.
Un enfoque basado en riesgos
El análisis recomienda adoptar un modelo que priorice la protección de los activos más valiosos, involucre a la alta dirección en la toma de decisiones y mida la resiliencia con indicadores claros. La ciberseguridad, concluye, ya no es un tema técnico, sino una disciplina empresarial clave para competir y crecer en un entorno digital cada vez más vulnerable.