El martes 11 de marzo, luego de finalizado el concejo municipal, el alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati, sostuvo una reunión privada con los concejales de la ciudad. En el encuentro, realizado a puertas cerradas, también estuvieron presentes el administrador municipal y el asesor jurídico del municipio.
Según información proporcionada por fuentes internas del municipio, en el encuentro se abordó la situación del exjefe de Gabinete, Carlos Muñoz Rivera, quien fue despedido y denunciado a la Justicia por un caso legal de extrema gravedad. El alcalde relató con más detalle cómo sucedieron los hechos y las determinaciones que se tomaron como municipio, como por ejemplo instruir un sumario interno.
Por su parte, el asesor jurídico de la Municipalidad habría explicado a los concejales las acciones legales que correspondía tomar de acuerdo a la ley, en este caso, presentar los antecedentes de lo sucedido con el exjefe de Gabinete Carlos Muñoz al Ministerio Público. Además, se habría enfatizado la importancia de mantener la confidencialidad de la reunión y lo tratado en ella, dada la sensibilidad del caso.
"La moral no se transa"
El concejal Rómulo Burgos, molesto por lo discutido en la reunión, sobre todo de mantener en reserva este encuentro y lo tratado en ella, manifestó su descontento a través de sus redes sociales, publicando: "Sólo voy a decir: La moral no se transa; ni por color político, ni por cofradías, ni por nada".
Esta declaración de Burgos refleja el malestar generado entre algunos concejales por el mal manejo del caso, especialmente por la falta de detalles en el comunicado oficial emitido por el municipio.
Cabe mencionar que el carácter privado de la reunión fue solicitado por algunos concejales.