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La muerte súbita en deportistas es un evento poco frecuente, pero con alto impacto social y mediático. Ocurre generalmente durante o después del ejercicio físico intenso y afecta, en muchos casos, a personas jóvenes, aparentemente sanas. Aunque su aparición es inesperada, suele estar relacionada con enfermedades cardíacas preexistentes no detectadas a tiempo.
Afecciones cardíacas como causa principal
Según explica el Dr. Jorge Jalil, presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar), "si hay una condición de base previa, conocida o no conocida, puede desencadenarse un evento de este tipo al hacer ejercicio extremo debido a cambios en la estructura y en el funcionamiento del corazón, por lo que es importante su evaluación y chequeo en forma regular”.
Las causas más comunes son la miocardiopatía hipertrófica y las anomalías en el origen de las arterias coronarias. También existen trastornos del ritmo cardíaco que pueden permanecer asintomáticos hasta el momento de un episodio fatal. En el caso específico de la miocardiopatía hipertrófica, se estima que el 40% de los casos tiene un componente genético.
La mayoría de los casos se presenta en deportistas recreativos
Un estudio de la Revista Española de Cardiología revela que el 96% de los casos de muerte súbita relacionada con el deporte ocurre en personas que practican actividad física recreativa. La principal causa, en un 63% de los casos, es la cardiopatía isquémica, es decir, una enfermedad coronaria asociada a infarto o síndrome coronario agudo. Las víctimas más frecuentes son hombres: futbolistas menores de 35 años y ciclistas o corredores mayores de 39.
Recomendaciones para la prevención
“Hay enfermedades que son asintomáticas hasta que se produce un evento. Algunas producen arritmias severas o una muerte súbita. Por eso, es importante que los deportistas de alto rendimiento se realizaran al menos un chequeo anual, que incluya un examen clínico, un electrocardiograma y un test de esfuerzo”, advierte el Dr. Jalil.
En Chile no existen cifras oficiales sobre la incidencia de este fenómeno, pero se registran casos esporádicos tanto en deportistas recreativos como profesionales. Muchos de estos podrían haberse prevenido con exámenes médicos adecuados, evaluación de antecedentes familiares y atención a síntomas como desmayos, palpitaciones o dolor en el pecho.
Prevención y monitoreo del “corazón de atleta”
La comunidad médica insiste en que la prevención debe ser una prioridad. Condiciones como el “corazón de atleta” —una adaptación estructural del corazón por la práctica deportiva intensa— también requieren seguimiento. El monitoreo periódico permite diferenciar entre adaptaciones fisiológicas normales y señales de enfermedades cardiovasculares potencialmente graves.