En los adultos, padres o cuidadores, es muy común que ronde la idea de fomentar la lectura en los más pequeños y los veranos se convierten en una excelente oportunidad para aprovechar el tiempo y destinarlo a la lectura, especialmente en una situación como la actual, donde muchos niños vieron retrasado su aprendizaje producto de la pandemia.
Si bien fomentar la lectura es una tarea que en muchas ocasiones se pone cuesta arriba, es muy importante que padres y cuidadores se organicen y logren encontrar el lugar y la forma adecuada para incluir la lectura en el día a día de los niños.
“La lectura en los niños tiene un gran número de beneficios, entre ellos destaca la adquisición de vocabulario, el desarrollo de la imaginación y la creatividad, disminuye los problemas de concentración y aumenta la capacidad de comprensión lectora, una herramienta indispensable para todas las personas”, comenta Pelusa Orellana, especialista en alfabetización y vicedecana de Investigación de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes.
Por lo general, los niños comienzan a aprender a leer alrededor de los seis años; sin embargo, no existe una edad específica para esto, por lo que es muy importante fomentar el interés por la lectura antes de su enseñanza formal en la educación básica.
“Aun cuando los niños todavía no decodifican ni son lectores autónomos, los padres podemos abrirles el horizonte a la lectura para ir despertando la motivación por esta actividad y generando un hábito” explica Pelusa Orellana.
En este contexto, la académica de la Universidad de los Andes, entrega algunas recomendaciones que pueden ser útiles a la hora de fomentar la lectura de los más pequeños:
- Conocer los libros más adecuados para una determinada edad: Cada libro tiene una edad y una temática recomendada, por lo que es bueno, especialmente al inicio de la lectura, que los niños puedan contar con libros acordes con sus intereses y capacidades.
- Conocer los gustos de los niños y crear espacios para la lectura: Esto permitirá que los más pequeños vean la lectura como un momento de entretención más que como una tarea u obligación.
- Crear momentos de lectura compartida: Si la lectura se genera en ambientes compartidos, con padres, hermanos o amigos, esta se transformará en un panorama que buscaran realizar de manera habitual.
- Llevar libros al lugar de vacaciones: Para así asegurar que se contará con material de lectura para algún momento de este período y así los niños verán la lectura como una opción clara de entretención.