Limpieza y desinfección de espacios, presencia de señalización preventiva y uso de elementos de protección personal son algunos de los aspectos que evalúa la Mutual de Seguridad para entregar el sello COVID-19, siguiendo las prescripciones y normas exigidas por el Ministerio de Salud u otros organismos referentes en el país.
El Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Santo Tomás, sede Rancagua, ha obtenido esta certificación dando cumplimiento al 100% de las exigencias. El sello tendrá vigencia de tres meses a contar de la fecha de verificación. Para su renovación, Mutual de Seguridad aplicará nuevamente la Pauta de Autoevaluación COVID-19, con los estándares establecidos.
“La mantención del sello depende de todos, de nosotros, de los estudiantes, de los docentes, de cómo administremos nuestras conductas al interior de la sede. Lo estructural está, pero no puede faltar un comportamiento responsable, acorde al momento que estamos viviendo”, indicó el rector de Santo Tomás Rancagua, Manuel Olmos Muñoz.
Como señala el reglamento del Sello COVID-19, “el cumplimiento de los estándares sanitarios por parte de las empresas y verificados por profesionales de la Mutual no garantiza que no se produzcan contagios en ese centro de trabajo, considerando que hay comportamientos que dependen exclusivamente de las personas”.
El llamado permanente es al autocuidado y a seguir las recomendaciones como el uso permanente de mascarillas, mantener la distancia física, lavado frecuente de manos y uso de alcohol gel.