Índice del Contenido
El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, en conmemoración a la fecha de nacimiento de Hans Asperger (1906-1980), el psiquiatra austríaco que describió el trastorno. Grupo Cetep, ecosistema de soluciones de Salud Mental y Bienestar con más de 20 años de experiencia, se propuso dar mayor visibilidad e informar en base al alza que reveló la Revista Chilena de Pediatría donde aproximadamente 1 niño de cada 51 ha sido diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Aumento significativo en los diagnósticos
"El aumento significativo puede atribuirse a varios factores. Hay mayor conciencia y reconocimiento del Trastorno del Espectro Autista por parte de los profesionales de la salud, educadores y la sociedad en general. Esto ha llevado a una mejor detección y diagnóstico temprano, lo que significa que más personas están siendo identificadas y recibiendo apoyo adecuado. Además, los cambios en los criterios de diagnóstico y la ampliación de la definición del espectro autista también pueden haber contribuido a un aumento en los casos reportados", explicó Constanza Salazar, psicóloga del Grupo Cetep, sede Viña del Mar.
Es importante reconocer que cada persona con síndrome de Asperger es única, y sus necesidades pueden ser diferentes. Algunos pueden requerir apoyo en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, mientras que otros pueden necesitar ajustes en entornos educativos o laborales para adaptarse mejor a sus habilidades y desafíos. En casos extremos se ven interferidas las áreas de autonomía de la vida cotidiana, como por ejemplo: la deglución de alimentos.
Falta de estimulación temprana
"Existen opiniones de expertos en relación a la génesis del TEA, siendo la causante actual: falta de estimulación temprana. Lo cual se podría contrarrestar con presencia de juego entre niño/a y sus cuidadores, reducción del uso de aparatos tecnológicos, utilizar conductas compensatorias que estimulen la creatividad, una parentalidad respetuosa y no autoritaria; a modo, de introducir distintos estímulos para ampliar el espectro de la funcionalidad cerebral, la cual ya es diferente por factores biológicos", agrega la profesional de Grupo Cetep.
¿Cómo detectar el síndrome de Asperger?
El Síndrome de Asperger se clasifica dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, pero su principal diferencia radica en el diagnóstico. Muchos padres comienzan a notar signos evidentes entre los 2 y 7 años, a pesar de que el diagnóstico suele llegar más tarde. Por otro lado, el autismo se detecta más cercano a los 18 meses y 2 años donde características como un desarrollo social atípico, un lenguaje peculiar o escaso y rituales repetitivos son clave para identificarlo.
"Las capacidades y necesidades de las personas que viven con el síndrome de Asperger pueden variar diversamente. Algunas personas pueden desarrollar habilidades excepcionales en áreas específicas, con un coeficiente intelectual por sobre el común de la población general, pueden desplegar una comprensión facilitada de las matemáticas, música, ciencias, coleccionar objetos o estudiar de forma exhaustiva algún tema de interés. Mientras que, al mismo tiempo, pueden enfrentar desafíos en la comunicación social, en la comprensión de las señales sociales no verbales,verbales,y sentido del humor o ironía, dificultades para el contacto visual o la sonrisa social y el rechazo por el contacto social, en algunos casos.", explicó la psicóloga Constanza Salazar.
El plan de tratamiento individualizado para cada paciente con TEA involucra a diversos profesionales, adaptándose a las necesidades específicas de cada niño y de su familia. En la terapia correspondiente, se reconoce que cada paciente presenta fortalezas únicas, así como desafíos que requieren enfoques personalizados. Es fundamental entender que el TEA es una condición que acompaña a los individuos a lo largo de toda su vida y es importante comprenderla y abordarla de manera integral.
¿Cuáles son las intervenciones adecuadas?
Las intervenciones pueden incluir programas de entrenamiento en habilidades sociales, terapia cognitivo-conductual adaptada a la singularidad de la persona, apoyo educativo individualizado, grupos de apoyo en temas de psicoeducación para personas con síndrome de Asperger y sus familias, así como programas de inclusión laboral que proporcionen capacitación y apoyo en el lugar de trabajo. Las intervenciones deben adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo, brindando un entorno comprensivo y accesible.
Diagnóstico y tratamiento adecuado
El diagnóstico y tratamiento adecuado es crucial para atenuar los síntomas que impactan el funcionamiento diario y la calidad de vida de las personas con esta condición. Por ello, se enfatiza la importancia de ofrecer apoyo desde las primeras etapas del desarrollo, con el propósito de potenciar la Salud Mental y Bienestar de cada niño y niña con TEA.