Con la promulgación reciente de la Ley 21.545 que establece la promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Hospital Regional de Rancagua (HRR), a través del Cosam Sur Doñihue, desarrolló un conversatorio sobre el TEA orientado a cuidadores, usuarios, profesionales de la salud junto con educación de Lo Miranda, Coltauco y Coinco.
En la ocasión, participaron, además, representantes del Senadis, Desarrollo Social y Fundación Autismo Lo Miranda. La idea fue concientizar a la comunidad respecto a esta alteración, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a uno de cada 160 niños en el mundo, es decir un 0,625%.
“Para nosotros, relevar esta fecha mundial mediante esta actividad es muy importante porque como instancia, nos brinda la oportunidad para romper mitos, derribar barreras y avanzar hacia el respeto de las diferencias de la neurodivergencia y/o discapacidad” señaló Karina Lara, fonoaudióloga del Cosam Sur del Hospital Regional.
La fonoaudióloga agregó que “la idea es reconocer que el espectro autista no es una enfermedad ni una discapacidad, sino una forma de ser y de experimentar el mundo que puede ser percibido de manera diferente a la de la mayoría de las personas. Quienes son parte del espectro autista en ese sentido, tienen una forma única de procesar la información y de interactuar con su entorno, lo que puede ser tanto una fortaleza como un desafío”.
Con lo anterior, Karina Lara subrayó que, “debemos abordar esta condición desde una perspectiva respetuosa y empática, trabajar juntos para crear entornos inclusivos y accesibles para todas las personas, independientemente de su neurodiversidad. Esto mediante convocatorias como ésta, que busca activar al intersector para trabajar en esta condición de manera conjunta”.
Finalmente, la fonoaudióloga del Cosam Sur de Doñihue destacó que “el espectro autista es una condición neurobiológica que se caracteriza por dificultades en la comunicación e interacción social, patrones repetitivos de comportamiento e intereses restringidos. Sin embargo, es una condición muy variable, lo que hace que las personas en este espectro puedan tener una amplia gama de habilidades y necesidades, implicando que seamos respetuosos y empáticos en el abordaje y trato, proporcionar apoyo y recursos adaptados a las necesidades individuales, así como fomentar una cultura de aceptación y respeto por la diversidad neurobiológica”.