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La personalidad, entendida como un patrón de características propias de cada persona y que define el modo de relacionarnos con otros, el entorno y nosotros mismos, es la pieza clave para enfrentar el aislamiento social y el encierro en una cuarentena. El Médico Matías Amenábar, médico psiquiatra de Clínica Indisa, asegura que el confinamiento prolongado impacta de forma distinta a cada quien según sus rasgos de personalidad.
Nuevos mecanismos de afrontamiento
“La cuarentena constituye un nuevo estado que nos lleva a un proceso de adaptación a una nueva realidad, que nos limita a realizar muchas acciones cotidianas de nuestras vidas. Se activan nuevos mecanismos de afrontamiento y estrategias que utilizamos para adaptarnos a estos cambios”, aclara Amenábar. Sin embargo, no todos sobrellevamos la cuarentena de la misma manera ni las estrategias de uno son efectivas en otros, sino que nuestra personalidad es un gran determinante de cómo la enfrentamos.
Anticipar estrategias propias
Si bien es normal experimentar emociones, pensamientos, síntomas y conductas asociados a la ansiedad, la angustia, la incertidumbre, el miedo al contagio, insomnio, irritabilidad y alteraciones en la alimentación; es probable que éstos se intensifiquen en la medida que se extienda la cuarentena, razones que nos obligan a prepararnos y anticipar estrategias propias para no caer en la desesperación ni en una eventual depresión.
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El médico psiquiatra elaboró algunos ejemplos de cómo se podría llevar la cuarentena según cada personalidad, enfatizando que: “estar conscientes de nuestra forma de ser nos puede ayudar a anticipar nuestra conducta y poner atención a la regulación de la misma”.
Personalidad obsesiva
Caracteriza a personas preocupadas por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficacia. Se preocupan por los detalles, el orden, la organización y los horarios, hasta el punto de perder el objetivo principal de la actividad. El perfeccionismo interfiere con la finalización de las tareas. Tienen una dedicación excesiva al trabajo y a la productividad a expensas de las actividades de ocio y de las relaciones con familiares y amigos. Adoptan un estilo avaro en cuanto a los gastos, tanto para ellas como para los demás.
El obsesivo en cuarentena intentará rendir igual o más de lo que lo hace en su trabajo en condiciones normales. Al no contar con las mismas herramientas o condiciones de su trabajo habitual, tendrá que disponer de más tiempo para lograr los mismos objetivos que se ha autoimpuesto debido a su alta exigencia; a expensas del tiempo de su vida familiar y ocio. Al verse amenazado por no cumplir sus metas, podrá experimentar ansiedad, frustración, irritabilidad e insomnio.
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Personalidad histriónica
Caracteriza a personas con excesiva emotividad y búsqueda de atención. Se sienten incómodas en situaciones en que no son el centro de atención; la interacción con los demás suele caracterizarse por un comportamiento seductor o provocativo. Muestran dramatización, teatralidad y una exagerada expresión emocional. Son sugestionables, es decir fácilmente influenciables por los otros o por las circunstancias.
El histriónico en cuarentena realizará todos los esfuerzos posibles por destacarse en las redes sociales, ya que el aislamiento social no le permitirá ser el centro de la atención en la interacción social presencial. Utilizará su dramatismo, llegando incluso a planteamientos catastróficos. Tratará de llamar la atención con ciertas publicaciones que generen pánico colectivo, además de subir a las redes sociales noticias llamativas, como inicios o términos de cuarentena; difundirá el mismo mensaje a varios grupos de amistades, etc.
Una persona histriónica buscará generar espacios de interacción social, por ejemplo creando el grupo para videollamada.
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Caracteriza a personas con un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás. No se adaptan a las normas sociales. Muestran deshonestidad, que se manifiesta en actos como mentir en forma repetida o engañar para obtener beneficios personales. Es frecuente en ellas la impulsividad, incapacidad para planificar el futuro, irritabilidad y agresividad, y la despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás. En ellas, hay falta de remordimientos, indiferencia o justificación por haber dañado, maltratado o robado a otros.
Una persona antisocial no respetará la cuarentena debido a su falta de empatía y escasa preocupación por su seguridad; tampoco se preocupará por la de los demás. La persona con rasgos antisociales más marcados puede disfrutar de la desgracia ajena e, incluso, si está contagiada con Covid-19, puede ir a aglomeraciones para así contagiar a otros.
Personalidad paranoide
En las personas con esta personalidad, la desconfianza y suspicacia las lleva a interpretar los actos de los demás como maliciosos. Sospechan en forma infundada de que los demás las están explotando, engañando o perjudicando. Se preocupan por dudas injustificadas sobre la lealtad o fidelidad de los amigos. Son reticentes a hacer confidencias a los demás, debido a un temor injustificado a que la información que den se use en su contra con maldad. Albergan rencores; no olvidan los insultos, los perjuicios causados ni las muestras de desprecio.
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El paranoide en cuarentena puede pensar que los demás lo quieren perjudicar; que probablemente un vecino o compañero de trabajo, que alguna vez él pensó que le dirigió una fea mirada, ahora vea la oportunidad de poder contagiarlo. Va a ser muy estricto en cumplir la cuarentena, ya que él piensa que su hogar es su refugio, en un mundo donde la maldad abunda y cualquiera puede encontrar en él una víctima fácil para contagiar.
Inestabilidad emocional de personalidad
Se caracterizan por su inestabilidad en las relaciones interpersonales, en la imagen de sí mismos y en la afectividad. Destaca en ellas la impulsividad y la alteración de la identidad. Realizan esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Presentan un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas, caracterizadas por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. Sufren episodios de irritabilidad y tienen dificultad para controlar la ira.
La persona con inestabilidad emocional de la personalidad tendrá especial dificultad para afrontar la cuarentena producto de su baja tolerancia a la frustración y a su vulnerabilidad a nivel emocional.
Probablemente, estas personas presenten más irritabilidad y ansiedad que las que no tienen esta inestabilidad emocional. El aislamiento social las puede llevar a experimentar con más frecuencia la sensación de vacío emocional y el miedo al abandono.
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Consejos positivos para la salud mental y emocional
Sin duda, hay recomendaciones generales que toda persona, independiente de su personalidad, puede implementar y que ayudarán a sobrellevar de mejor manera este nuevo estado, la cuarentena. Algunas de estas son:
- Cuida las horas de sueño, ten una alimentación saludable y haz actividad física regular, idealmente aeróbica o entrenamiento funcional.
- Respeta los horarios para tu alimentación y el sueño, es frecuente que a veces te alimentes sin tener apetito o te acuestes tarde sin real necesidad.
- No consumas contenidos relacionados con Covid-19 en las redes sociales; infórmate solo un par de veces al día en fuentes fidedignas, como son los medios de comunicación reconocidos.
- Delimita los espacios: busca un lugar cómodo y bien iluminado en casa para poder trabajar, donde puedas mantener una buena postura; no lo hagas desde tu cama y/o habitación, que solo deberías destinar para el descanso.
- Retoma un antiguo hobby: incursionar en la cocina, leer ese libro para el que no tenías tiempo, apreciar música de tu gusto, escuchar o leer sobre un tema de tu interés.
- Fijar un horario ayudará a organizar y distribuir bien el día.
- Es importante que mantengas la relación con tus seres queridos; contacta a tus familiares y amigos por videollamadas.
- Al iniciar y finalizar el día, practica al menos 15 a 30 minutos de meditación.
- Redefine tus proyectos de vida de acuerdo a los cambios que se están generando a nivel personal, familiar y laboral.
- Organiza tu día dando prioridad a las tareas urgentes e importantes, esto te ayudara a no sobrecargarte con las tareas domésticas y laborales.
- Si durante el día permaneces muchas horas al computador debido al teletrabajo, intenta buscar una actividad de descanso que no requiera la exposición a la TV, computador o smartphone, por ejemplo, juegos de cartas, tenis de mesa, ajedrez, lectura, entre otros.
- No te automediques con los fármacos de algún amigo o familiar, estos pueden ser perjudiciales para tu salud cuando no están bien indicados.
- Ante cualquier caso de que estos síntomas se agraven, persistan o generen sufrimiento, es importante consultar con un médico psiquiatra.