Según proyecciones 2020 del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), en Chile se diagnosticaron más de 6.200 casos de cáncer colorrectal, enfermedad que se origina cuando las células sanas de las paredes internas del colon (intestino grueso) o del recto (canal que une la parte final del intestino grueso con el ano) cambian y comienzan a crecer sin control, dando origen a pequeños tumores conocidos como pólipos, los que pueden volverse malignos con los años.
A pesar de que se trata de una patología que se puede prevenir, y en 9 de cada 10 casos curar, durante los últimos años se ha registrado un fuerte incremento tanto en incidencia como en mortalidad. Según información del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), del Ministerio de Salud, entre 2021 y 2022, el cáncer colorrectal se transformó en la segunda causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres de nuestro país, con más de 6.300 fallecimientos, y en la primera causa de muerte por cáncer en hombres menores de 50 años.
Ante esta realidad, tomar medidas preventivas es un tema prioritario para la Dra. Macarena Larraín, gastroenteróloga de Fundación Arturo López Pérez (FALP). “Como país, necesitamos seguir desarrollando e implementando políticas públicas orientadas a generar modificaciones en los estilos de vida que integren importantes aspectos asociados a los factores de riesgo de esta enfermedad: obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo y dieta rica en carnes rojas y procesadas. Desde la vereda clínica, también debemos fomentar la detección temprana de la mano de exámenes como el test de hemorragias ocultas en deposiciones y la colonoscopía desde los 45 años”, comenta la especialista.
Región de O’Higgins
Al igual que otras patologías oncológicas, el cáncer colorrectal también tiene un fuerte impacto a nivel regional. De acuerdo con información del DEIS, durante 2022, la Tasa Ajustada de Mortalidad (TAM) de la Región de O’Higgins fue de 19,02. Es decir, que, por cada 100 mil habitantes, 19 perdieron la vida por esta causa, ubicándola entre las 7 zonas de mayor mortalidad país, detrás del Maule, Biobío, Arica y Parinacota, La Araucanía, Ñuble y Valparaíso. Esta última, ubicada en el primer lugar.
Entre 2021 y 2022, O’Higgins registró más de 370 decesos, de los cuales el 56% correspondió a hombres y el 44% a mujeres. Las comunas donde se registró el mayor número de muertes por cáncer colorrectal fueron Rancagua, 23%, San Fernando, 7%, Machalí y Rengo, 6%, Pichidegua y San Vicente, 5%, y Mostazal con el 4%, respectivamente.
En cuanto al rango etario más afectado, el 52% de las muertes se produjo en hombres y mujeres entre los 70-89 años, seguido por un 32% entre los 50-69 años.
Educación como primer pilar de la prevención.
Para la Dra. Larraín, “la educación es un aspecto primordial en la concientización de las personas, en especial teniendo en cuenta que 7 de cada 10 pacientes que desarrollan cáncer colorrectal, no cuentan con antecedentes familiares directos”.
Bajo el concepto “Mantén tu camino libre. El cáncer colorrectal se puede prevenir y curar”, FALP lanzó recientemente su campaña educativa y de detección precoz de esta enfermedad, con un llamado concreto a que cada persona tome un rol activo en el cuidado de su salud.
Cabe destacar que, en sus inicios, el cáncer colorrectal no presenta síntomas. En etapas más avanzadas, puede producir deposiciones con sangre, sensación de evacuación intestinal incompleta, cambio en el ritmo intestinal, heces más estrechas y/o delgadas, dolor abdominal, debilidad y fatiga, y pérdida de peso inexplicable.