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Con el objetivo de brindar herramientas que permitan a los pacientes oncológicos mayores de 65 años de edad mejorar sus síndromes geriátricos, optimizar la respuesta a sus tratamientos contra su cáncer y proyectar una mejor calidad de vida para ellos, el Hospital Regional de Rancagua (HRR), en el contexto del proyecto de “Oncogeriatría”, que la unidad de Oncología y Hematología lidera, impulsó un taller enfocado en la práctica de ejercicios kinésicos específicos, que ayudan a prehabilitar a estos pacientes para que hagan frente a sus terapias en mejores condiciones.
Mejorar sus condiciones funcionales, instrumentales e independencia
“Cerca de un 35% de los pacientes oncológicos que se tratan en el Hospital Regional, corresponden a tercera edad. Pacientes clasificados como frágiles o pre frágiles, que, en el transcurso de sus terapias, pueden presentar mayor deterioro o dependencia”, expresó la kinesióloga oncológica de la unidad de Medicina Física y Rehabilitación del HRR, Camila Campos, agregando que “de allí surgió la idea de favorecerlos a través del taller, con ejercicios físicos orientados a mejorar sus condiciones funcionales, instrumentales e independencia para que opten a tratamientos con una mejor expectativa”.
Con lo anterior, la especialista destacó que “en el proceso de envejecimiento, la masa muscular va disminuyendo y si a ello sumamos un diagnóstico oncológico, el deterioro que se espera en la musculatura es mayor. Si podemos aportar actividad física, su desarrollo muscular va a brindarles independencia en cosas tan simples como vestirse o bien en aquellas instrumentales, como son los quehaceres del hogar, impactando positivamente en el ámbito psicológico al mejorar el ánimo, pero más aún en lo socio-ambiental, ya que como los talleres tienen un carácter grupal, conllevan una interacción continua entre los participantes, lo que no solo genera empatía, sino motivación”.
¿Cómo acceden los pacientes a estos talleres?
La kinesióloga del Hospital Regional, explicó que los pacientes mayores de 65 años “son evaluados primero por la oncogeriatra de la unidad, quien valora en las distintas esferas (físicas, nutricionales, etc.) cuál es la situación en que se encuentra el paciente en particular y en función de ese análisis deriva a quienes lo requieren a los talleres, en dos bloques, acogiendo a los enfermos desde su diagnóstico, para que comiencen de inmediato a ejercitarse”.
¿Qué beneficios tiene el entrenamiento físico que planifica el taller?
Para Camila Campos, los principales beneficios que pueden observarse en estos pacientes, “es que, a través de una batería de ejercicios específicos, los pacientes pueden optar a un mejor tratamiento oncológico, reducir su estrés, su ansiedad, las complicaciones que el tratamiento de quimioterapia o radioterapia generen eventualmente y acelerar la recuperación, acotando la estadía en el centro hospitalario, recuperando, asimismo, sus actividades habituales”.
Proyecciones
La kinesióloga finalizó comentando que, “nuestra intención es que la persona inicie los talleres de prehabilitación oncológicos en nuestro hospital, pero que más adelante, pueda continuar en el APS más próximo, presentando su carnet de atención que generamos acá, considerando con ello, la pauta de recomendaciones, de ejercicios transversales que puntualizan el trabajo en determinada musculatura, y que se asocian a un código QR”.