Índice del Contenido
La enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi, ha sido considerada endémica en Chile durante décadas. Aunque el país recibió en 1999 la certificación internacional de interrupción de la transmisión vectorial intradomiciliaria, en los últimos años se ha observado un resurgimiento del riesgo debido a la detección de vinchucas infectadas en distintas regiones y a un caso confirmado de transmisión vectorial en 2024.
Reaparición del riesgo y desafío sanitario
Según la académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O'Higgins (UOH), Gemma Rojo, Chile siempre ha sido un país endémico, "lo que cambió recientemente es el reconocimiento de la reaparición del riesgo vectorial en distintas zonas del territorio".
De acuerdo con la investigadora, la transmisión vertical, de madre a hijo, sigue siendo la principal fuente de nuevos casos en el país. En ese sentido, indicó que "el principal desafío sanitario hoy es asegurar que todas las gestantes accedan al test y que los recién nacidos reciban diagnóstico y tratamiento oportuno".
Avances y brechas en el diagnóstico
Rojo, quien lidera desde Chile un proyecto de cooperación internacional, señaló que el diagnóstico está garantizado mediante el tamizaje en bancos de sangre, pruebas obligatorias en embarazadas y exámenes de referencia en el Instituto de Salud Pública (ISP). Sin embargo, advirtió que "persisten brechas en la descentralización de pruebas moleculares y en la cobertura del tamizaje prenatal".
Tratamientos y estrategias de control
Los tratamientos actuales, benznidazol y nifurtimox, son altamente efectivos en recién nacidos y niños pequeños, con tasas de curación cercanas al 100%. En adultos, aunque la eficacia es menor, los medicamentos permiten detener la progresión de la enfermedad.
Rojo destacó la importancia de la vigilancia y formación del personal de salud. "Reforzar el tamizaje en embarazadas, mantener el control en bancos de sangre, fortalecer la vigilancia entomológica y capacitar a los equipos de salud son medidas esenciales para enfrentar los desafíos actuales".
Educación y cooperación internacional
Finalmente, la académica subrayó la relevancia de la educación comunitaria. "Es fundamental que la población comprenda que la enfermedad de Chagas está presente en todas las regiones del país y que la prevención requiere un esfuerzo sanitario y educativo sostenido".
Este proyecto, financiado por el Fondo Chile-México y gestionado por las agencias de cooperación AGCID y AMEXCID, busca combatir parásitos y prevenir enfermedades mediante la transferencia de tecnologías innovadoras. Entre sus objetivos se incluyen el control de parásitos en pequeños rumiantes y el control de chinches (vinchucas) para prevenir la enfermedad de Chagas.
