Se acerca Semana Santa, fecha en la que los chilenos aumentan significativamente el consumo de pescados y mariscos. Si bien estos alimentos tienen un gran número de beneficios para el organismo, si no son manipulados, preparados y conservados de manera correcta se pueden producir molestias y peligrosas intoxicaciones.
En este escenario, ¿cuáles son las precauciones que debemos tomar a la hora de comprar, preparar y consumir pescados y mariscos?
Según la Dra. Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de los Andes (UAndes), se debe evitar el consumo de productos crudos y mantenerlos refrigerados.
“Semana Santa siempre se ha caracterizado por el alto consumo de pescados y mariscos. Sin embargo, en esta fecha también es posible observar un aumento en el número de personas intoxicadas por el consumo de estos alimentos. Para evitar estas intoxicaciones es recomendable consumir estos productos cocidos y que en su transporte y conservación se haya mantenido la cadena de frío, esto debido a que bacterias que producen toxinas proliferan en la carne de los pescados si éstos no han sido conservados en frío o toxinas presentes en las algas proliferan en los mariscos bivalvos”, explica la Dra. Eliana Reyes.
En esta misma línea, la especialista agrega que “las intoxicaciones por el Vibrio Parahemolítico han disminuido mucho en Chile ya que se conoce su mecanismo de transmisión que es principalmente por el consumo de mariscos crudos o mal cocidos y por contaminación cruzada, es decir, manipulación incorrecta de mariscos. Por ello, la principal recomendación es siempre cocinar estos alimentos”.
¿Y al comprar?
La directora de la Escuela de Nutrición UAndes entrega una lista de recomendaciones a seguir a la hora de seleccionar los productos marinos.
- Elegir productos conservados en abundante hielo.
- Pescados y mariscos congelados no deben tener aspecto o aroma desagradable.
- La carne debe esta firme y elástica.
- Las escamas deben estar bien adheridas al cuerpo y brillantes.
- Los mariscos se deben cerrar al tacto, eso indica que están vivos y por ende en buen estado.
¿Cómo distinguir una intoxicación?
Las intoxicaciones alimenticias presentan diversos síntomas, entre los que se encuentran: náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, cefalea, fiebre y en casos más graves puede incluir enrojecimiento de la piel y problemas para respirar.
“En caso de presentar síntomas de intoxicación se debe acudir a un centro médico para que entreguen el tratamiento más adecuado al cuadro clínico que se presenta”, comenta la Dra. Eliana Reyes.