Fondo Esperanza, parte de la Fundación Microfinanzas BBVA, es una reconocida organización dedicada al apoyo de emprendedores de sectores vulnerables a través de servicios microfinancieros, capacitación y redes de apoyo; que junto al Hogar de Cristo y Techo se unieron para desarrollar espacios de diálogo integrados por personas en situación de pobreza, vulnerabilidad o exclusión social. Lo anterior, con el fin de identificar áreas prioritarias y cursos de acción que permitan contribuir de manera inclusiva a la creación de un nuevo pacto social.
Estos espacios, denominados Círculos Territoriales, están constituidos por las comunidades con las que cada fundación trabaja, donde incorporan una metodología de tipo asamblea en grupos de 10 y hasta 30 participantes para impulsar un diálogo horizontal entre ellos, canalizar sus emociones, analizar las posibles causas del malestar social, generar propuestas y preguntarse el rol que tiene cada uno en esta crisis social. Así, los Círculos Territoriales buscan conocer la voz de las personas que, a pesar de encontrarse fuera de los márgenes del diseño y ejecución de las políticas públicas, son quienes sufren en mayor medida sus consecuencias negativas. El compromiso de este proceso es hacer llegar la visión de sus participantes a los distintos espacios de decisión.
“A través de estos círculos territoriales buscamos fortalecer la participación de quienes viven en situación de exclusión o fragilidad, reconociendo su derecho a ser escuchados y tomados en cuenta para la generación de un nuevo pacto social” comenta Mario Pavón, gerente general de Fondo Esperanza.
Desde el inicio de los Círculos Territoriales, han concurrido 9.852 personas desde Arica a Magallanes. El 4% de estos declara ser parte de un pueblo originario y el 5% migrante. Con respecto al género, el 75% de los participantes fueron mujeres y el 25% hombre, concentrándose mayoritariamente entre los 30 y los 45 años.
De los resultados generales, se desprende que las emociones que más destacan desde el inicio del estallido social son esperanza con un 34,3%, rabia con un 33,8% y miedo con un 30,7%, conviviendo por tanto emociones negativas y positivas en varias personas, con un claro predominio de las emociones negativas. En cuanto a las causas de la crisis social, las que predominan son la injusticia y la desigualdad con un 60,9%, el sistema de pensiones con un 50,7%, el sistema de salud con un 44% y los bajos ingresos y costo de vida con un 35,9%. Al analizar las causas en profundidad, se puede interpretar que las personas las perciben como fenómenos interrelacionados y multifactoriales, evidenciando la complejidad del problema.
Con respecto a las soluciones que los participantes plantean para las 4 principales causas del problema son las siguientes:
Para la Injusticia y la desigualdad, la mayoría de los círculos consideran como solución la igualdad de derechos (20%), es decir, que todas las personas tengan las mismas posibilidades y oportunidades sin importar su lugar procedencia. Además, un gran porcentaje hace referencia a que es el Estado quien debería satisfacer las necesidades básicas de todos y todas. Otros plantean como punto importante la redistribución de ingresos (11%), que se traduce en propuestas con una mayor carga impositiva para los grupos más acaudalados y la disminución de las brechas salariales.
Por otro lado, para el sistema de pensiones, la mayoría considera que debe terminar el sistema actual (45%), de hecho, se propone un cambio estructural al mismo y no una mejora o reforma. En relación a lo anterior, en general se plantea eliminar las AFP y/o que sea una institución alternativa quien administre los fondos y que cuente con un sistema solidario a la base.
En cuanto al sistema de salud, se propone una mejora general al sistema de salud pública (54%), donde algunos señalan explícitamente que debe haber una inyección de recursos que permita contratar más especialistas, reducir las listas de espera y capacitar a los funcionarios públicos para un trato digno.
Por último, respecto a los bajos ingresos y costo de la vida se propone que el ingreso mínimo mensual sea suficiente para cubrir gastos como luz, agua y canasta básica de alimentos, además de emergencias de salud y para pagar el arriendo. Por otro lado, se plantea la necesidad de aliviar el costo de la vida (12%) por ejemplo diferenciado el IVA para alimentos y con un límite de costo para alimentos básicos. También, sugieren que, si los servicios de salud y educación fueran estatales y gratuitos en su totalidad, esto permitiría disminuir los costos de la vida para todos los chilenos.
Los resultados están publicados en este sitio web. Para mayor información ingresar al sitio web de Fondo Esperanza o a sus redes sociales @Fondoesperanzachile en Facebook y @Fondoesperanza en Instagram.