Con asistencia de 40 usuarias y usuarios de agua, de las cuencas de los ríos Putagán y Teno, en la región de Maule, y Cachapoal y Claro, en la Región de O’Higgins, se desarrolló en San Fernando la segunda edición de las jornadas de capacitación, del programa de “Transferencia de calidad de aguas y buenas prácticas agrícolas regiones del Maule y O’Higgins”.
La jornada de dos días consideró 4 talleres y actividades de participación para reforzar conocimientos y compartir experiencias entre los regantes, la mayoría de los cuales ha participado activamente en los cursos, talleres, capacitaciones, visitas a parcelas demostrativas y giras tecnológicas durante la ejecución del programa impulsado por la Comisión Nacional de Riego (CNR), a través de la División de Estudios, Desarrollo y Políticas.
Para el coordinador Zonal de la CNR, Claudio Cortés, estas actividades “son de especial relevancia porque nos permiten acercarnos a las personas, conocer distintas realidades y capacitar a quienes así lo requieran en diversos temas relacionados al riego en este escenario de crisis climática”.
Durante la primera Jornada, los asistentes conocieron la importancia de la calidad del agua para el desarrollo de una agricultura limpia y competitiva, al participar en la presentación a cargo de la doctora Ana Karina Peralta, directora del Centro de Inocuidad Alimentaria de la Universidad de Talca.
“Nuestro objetivo fue mostrar la importancia que tiene el agua en la inocuidad alimentaria, que consiste en producir alimentos que no vayan a generar enfermedades en las personas que los consumen, y que estén libres de peligro físico, químico o microbiológico”, explicó Ana Karina Peralta, doctora en Gestión y calidad alimentaria por la Universidad Politécnica de Valencia.
La nueva gobernanza
Para conocer el proceso de implementación de los consejos de cuencas y la nueva política de gobernanza hídrica, la doctora Pilar Barría, asesora de Agua y Gobernanza del Ministerio del Medio Ambiente, expuso sobre los Consejos de cuencas como oportunidades para la mejorar gestión de la calidad del agua.
Consultada sobre qué vienen a resolver los consejos de cuencas piloto, Pilar Barría responde que “la primera necesidad es coordinar todos los estamentos públicos con competencia del agua. Después, coordinar las inversiones, los recursos para que sean bien utilizados y no se malgasten en dobles estudios, por la falta de información entre las instituciones. Esta nueva coordinación es básica y necesaria”.
“El otro desafío importante es conciliar las distintas visiones y los distintos intereses en la cuenca, para reducir la conflictividad y planificar mejor”, agregó.
Producto inocuo
La necesidad de mejorar la conciencia de ser el primer y principal eslabón de la “limpieza” o inocuidad de los productos que llegan al mercado, es un aspecto enfatizado por Ana Peralta: “Ellos tienen incorporado requisitos de calidad, pero muchas veces no las incorporan si no los obligan. Lo que buscamos es que tomen conciencia de la importancia que tiene tanto para la agricultura como para la salud humana, y el rol que ellos ocupan en esa cadena”.
Desde el punto de vista de los usuarios beneficiados con el programa, Patricio Silva, pequeño agricultor y regante del Canal Salsipuedino, en Malloa, valora su experiencia como “muy positiva, enriquecedora, me ha entregado cosas que no sabía con contenidos valiosos, y también me ha servido compartir experiencias con agricultores de otras cuencas sobre los problemas, que son parecidos, y aprender de los que ya han solucionado algunos problemas que tenemos en la región”. Más de 820 regantes y agricultores han sido beneficiados por este programa.
Para Carlos Vallejos, jefe del programa que ejecuta el Centro Regional de Estudios Ambientales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, las Jornadas fueron exitosas: “Tuvimos asistencia importante de agricultores y regantes de la zona en donde se inserta el programa con una gran participación en cada una de las exposiciones. La jornada fue muy bien evaluada por parte de los asistentes, que buscan las herramientas para producir mejor y estas actividades les entregan esas conocimientos y experiencias que muchas veces no llegan al pequeño y mediano agricultor”.