En la comuna de Litueche, Región de O’Higgins, cerca de 100 agricultores se dieron cita gracias a una invitación extendida por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué, en el marco de colaboración con un proyecto FIC impulsado por la Universidad de Santiago, que tiene como objetivo la transferencia de conocimiento respecto a granos tradicionales y ancestrales.
La actividad se llevó a cabo en el Centro Experimental INIA Hidango, y contó con productores y Prodesal de diversas comunas, tales como Pichilemu, Paredones, La Estrella, Marchigüe y Navidad, entre otras. Durante el Día de Campo, los asistentes recorrieron las cuatro estaciones que conformaban el circuito de transferencia diseñado para la ocasión.
La primera estación fue Producción de Leguminosas, a cargo de Kianyon Tai, seguida de Manejo de Malezas, dirigida por Lorenzo León, ambos investigadores de INIA Quilamapu (Chillán). También hubo otras dos estaciones, a cargo de investigadores INIA Rayentué: Uso de Pulverizadores, de Patricio Abarca y Manejo de Quínoa de Félix Estrada.
Para Cristián Aguirre, director regional de INIA Rayentué, este tipo de actividades “permiten la sintonía entre el trabajo de investigación y desarrollo y las labores del día a día de nuestra pequeña agricultura. Hoy ha sido una tremenda jornada, donde hemos visto además cómo se ha involucrado de manera activa y presente el Indap, a través de sus Prodesales y municipios respectivos, lo que habla muy bien de que estamos creando sincronías de trabajo con los distintos estamentos del Ministerio de Agricultura, además de por cierto la Academia, que en esta ocasión es representada de gran forma por la Universidad de Santiago, que ha confiado en nosotros para poder transferir todo este valioso conocimiento”.
Durante la actividad, el centenar de asistentes observó distintas variedades de quínoa en pleno proceso de crecimiento (se cosecha en marzo), así como también recibió información escrita de carácter técnico en todas las áreas ya descritas. “La idea de este trabajo, es que los pequeños agricultores puedan retomar el cultivo de estos granos, ya que son de alto grado nutricional y no solo eso, se adaptan muy bien al clima del secano y van muy de la mano con la meta de avanzar en seguridad alimentaria”, complementa Felipe Rubilar, investigador INIA Rayentué y coordinador del proyecto de Granos.
El Proyecto denominado “Transferencia Granos Tradicionales para la Seguridad Alimentaria” es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad FIC, del Gobierno Regional de O’Higgins, en donde INIA participa como entidad coadyuvante a la Usach, en la diversificación de cultivos para el secano, producidos en un agro-ecosistema sostenible.